Pese a que el turismo es un importante motor económico de la isla, debido a la pandemia solo ingresarán al país los ciudadanos residentes desde este martes, mientras que los visitantes deberán ir saliendo gradualmente, de acuerdo a la disponibilidad de vuelos.
Muchos turistas se agolparon en el aeropuerto de La Habana este lunes, ansiosos por encontrar un vuelo de regreso a sus países, cuando la mayoría de las plazas estaban llenas y algunas compañías han comenzado a suspender sus conexiones, constató la AFP.
En la isla se han detectado hasta el momento 40 casos del nuevo coronavirus, todos importados o por contacto con esos personas infectadas. Según las autoridades de salud, aún no hay contagios locales entre cubanos.
El único fallecido en la isla por la COVID-19 fue un turista italiano que llegó enfermo.
Las medidas de prevención incluyen la suspensión de excursiones y alquileres de autos. De los 32 mil extranjeros que aún están en la isla, unos nueve mil 400 están alojados en casas y habitaciones de renta privadas. Los dos tercios de ellos, en La Habana.
El gobierno aseguró que trasladará gradualmente a los turistas desde esos alojamientos a los hoteles, respetando las tarifas.
Marrero también anunció el lunes la suspensión de clases escolares por un mes, así como la regulación de salidas de los cubanos que están en la isla, con el fin de "cuidar su salud".
AFP.