Andrés Manuel López Obrador, lo ha demostrado en infinidad de veces, no tolera la crítica, ni la más mínima.
Hace apenas unos días acusó a Thalía, a El Chicharito Hernández y a Eugenio Derbez, quienes señalaron errores graves en el manejo de la pandemia ocasionada por el Covid-19, al grado de atreverse a decir que “existe una confabulación de los conservadores y neoliberales que los "utilizan" para atacarlo”.
Otro de los tantos episodios fue cuando López Obrador dijo: "No quiero que me desvíen el tema de la "rifa" del avión -que no se rifa- con la protesta del 9M de la mujeres contra el feminicidio". Aunque en esa ocasión su distractor público, la venta de sus cachitos no le funcionó y se impuso mediáticamente la marcha de la mujeres.
Los dizque ataques de los tres famosos antes mencionados no se comparan en nada con el que hizo Javier Alatorre, empleado de Salinas Pliego, con quien AMLO tiene millonarios acuerdos, de decir “no escuchen a Gatell” por las cifras que no cuadran.
¿Salinas Pliego dueño de Elektra, TV Azteca y demás empresas que tienen acuerdos económicos con el gobierno de AMLO no sabía que haría su locutor estrella? No estamos chupando el dedo.
Nos recuerdan los programas de Rocío Sánchez Azoara o de Laura Bozzo, programas que sólo explotaban el morbo de la gente.
En esos programas todo estaba planeado, el momento en que la “ofendida” tenía que golpear al ofensor en cadena nacional, exponiendo sus miserias personales. No todo era un “show” de las televisoras para obtener “raiting”.
Pues es exactamente lo que se hizo en este caso. Las declaraciones de ambos personajes, así lo revelan:
AMLO:
“Creo que se equivocó mi amigo Javier Alatorre anoche. Creo que fue una actitud no bien pensada porque Javier es una persona buena. Creo que cometió un error como cometemos errores todos, además hizo uso de su libertad, cada quien debe expresarse, no debe haber linchamiento político por alguien que no comparta nuestro punto de vista y que afecten a la colectividad, incluso que pueda hacer dañino para los seres humanos, que no es esa la intención de Javier”, dijo AMLO mediante un mensaje compartido durante esta tarde.
¿Esta no es una confabulación en su contra? ¿Este no un ataque de los neoliberales y conservadores? No. Sólo su “amigo” se equivocó.
Casi al mismo tiempo. Javier Alatorre escribe en sus redes sociales:
“Reconozco al presidente Andrés Manuel López Obrador por su defensa permanente de la democracia y la libertad. Él mejor que nadie comprende el esfuerzo que las familias mexicanas hacen todos los días por salir adelante. No podemos permitir que le miedo esté por encima de México”.
Ambos se balconearon solos.
¿Dónde quedó la reclamación airada de Alatorre? Falso.
¿Dónde está la queja de AMLO confabulación de famosos en su contra? Falso.
¿Quién en su sano juicio pensaría que Salinas Pliego atacaría al gobierno de AMLO legítimamente cuando hay jugosos contratos, de muchos millones, de por medio? ¿Quien en su sano juicio que AMLO reaccionaría diciendo que su amigo se equivocó, ante tremenda declaración de no hacer caso a su vocero por cifras incorrectas? Algo completamente atípico.