Hay muchas historias de miedo en torno al coronavirus, historias de enfermos o personal médico que, además de luchar en carne propia contra el virus, tienen que luchar contra la discriminación de sus propios vecinos o agresiones en las calles. Afortunadamente, esta no es la historia de Jolette, la ex integrante de "La Academia" diagnosticada con Covid-19 en marzo pasado.
Hoy, dice, está viva gracias a que sus amigos y vecinos no la dejaron morir, pero llegó a sentirse tan mal, que pidió la unción de los enfermos y la comunión a un sacerdote porque pensó que no sobreviviría. Fue el 24 de marzo cuando le hicieron la prueba y salió positiva.
Tenía diarrea, pérdida de olfato, dolor muscular e indicios de neumonía, lo que, aunado a padecimientos previos en los pulmones, la hacían más vulnerable. Por eso, tuvo que ser hospitalizada unos días, y luego la mandaron a casa, donde estaba completamente sola, ya que su familia vive en Guadalajara.
“Cuando me fui a casa (después de la hospitalización) pensé que pedir el supermercado por Internet era lo único que necesitaba, pero no, había días que no podía ni servirme un vaso con agua, la falta de alimento me empezó a afectar, fue muy difícil hasta que mi amiga Susana me hizo entrar en razón y me dijo ‘si no comes te vas a morir’. Ella vive al otro lado de la ciudad pero se puso a cocinar para mí como para nueve días, me puso la comida en una caja y dejó todo en mi puerta, otros vecinos me traían súper, suplementos, caldo de pollo, hasta me hicieron un altarcito a unos pasos de mi casa… Sí temí morir, pero gracias a la ayuda de la gente mejoré”.
En esta batalla física, intelectual y espiritual por su vida, dice, tuvo mucho, mucho miedo; lo peor es que, como si fuera parte del efecto del virus, no podía pensar con claridad, se sentía confundida, desorientada como nunca.
“Me arrastraba al baño, tenía dolores insoportables de articulaciones, antes de poder levantarme a comer algo me volvía a quedar dormida (del agotamiento), hasta que me di cuenta que podía morir. Busqué sacerdotes por teléfono y uno vino a darme la confesión -por cualquier cosa que pudiera pasarme-, me dio la absolución a dos metros de distancia, protegido, y me dejó la comunión en un altar que pusieron mis vecinos. Para el viernes santo empecé a mejorar y en pascua ya podía calentar bien lo que me había mandado Susana”.
Se levantó con ayuda de sus vecinos, de sus amigos y de su fe. Se ha mantenido informada y sabe que esto no la hace inmune, que el virus sigue en estudio, que hay que extremar precauciones, pero ella, hoy, ya se siente mucho mejor; se hizo una nueva prueba y salió negativa.
“Tenía pesadillas de que volviera a salir positivo, pero no, salió negativo. Estoy muy informada de todo lo que ha dicho la OMS (Organización Mundial de la Salud), sé que no te haces inmune necesariamente pero ahora no puedo hacer más que estar en casa levantando mis defensas, viendo contenido espiritual, me han traído la comunión y estoy cuidando mi estómago, que quedó muy lastimado con los antibióticos”.
La conductora recomendó cuidarse estos días, tomar vitamina C, D y Zinc, comer sanamente, estar hidratados y cerca de sus seres queridos. También compartió que la vida le ha dado una gran lección.
“El día que yo salí (cuando cree que se contagió), salí por la razón incorrecta, apenas comenzaba a hablarse del coronavirus en México y salí para que un exnovio se enterara que había salido... y cuando tomas una decisión así puede haber consecuencias. A todos les puede pasar, pero si te apoyas de dios y de la gente buena puedes superarlo, mis vecinos tienen que pasar por mi puerta y ninguno se ha enfermado. Si no fuera por ellos y mis amigos no hubiera sobrevivido”, finalizó.
El universal