La mayoría de ganado que se encuentra en los pequeños corrales de productores de crianza de animales y venta de carne, en el sur y oriente del estado de Morelos, ya padecen los efectos de la contingencia por el Covid-19.
Con las bajas ventas, la falta de alimento y apoyos, las vacas están adelgazando drásticamente. Frente a este panorama, una de las opciones de los productores es sacrificar a sus animales para tener qué comer.
“Hace varios años había más pasto y alimento para nuestros animales; la vida era más buena porque había maíz, frijol, calabaza, ajonjolí, cacahuate, y ahorita nos estamos muriendo, no hay siembra y ni apoyo. Las carnicerías están cerradas y no hay mercado para el ganado”, afirmó Rodrigo Celis Dionides, propietario de un corral de la colonia Tres de Mayo, en Tlaquiltenango.
“Yo estoy trayendo zacate de río, zacate de milpa seco, es todo lo que le estamos dando a los animales, esperando a que caiga la lluvia. Tengo una vaca que está muy flaca por lo mismo que no nos alcanza para comprar alimento y granos, están muy caros”, mencionó.
“Por ello, los comisariados ejidales, comunidades agrarias y ganaderos de Morelos, pedimos al Gobierno local y de la República que liberen recursos suficientes para el campo para enfrentar la emergencia sanitaria.
Los pequeños productores como Rodrigo viven al día y no tienen la capacidad como las grandes empresas ganaderas, de seguir alimentando a sus animales.
“Está aumentando el precio del ganado porque Estados Unidos ya está pidiendo carne, pero nosotros cómo vamos a producir, no se puede porque nuestra economía no nos da”.
Así que destacó que se debe de brindar un apoyo para la engorda de ganado, para que ellos también puedan competir.
Jorge Zapata, el bisnieto del general Emiliano Zapata, se sumó al llamado de los ejidatarios.
