MÉRIDA, Yucatán.- El involucrado en el atentado a agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), ocurrido en febrero de este año en la colonia Francisco I. Madero de Mérida, Óscar “N”, abandonó ayer el Centro de Reinserción Social del Estado (Cereso) debido a que su defensa logró que se impusieran medidas cautelares distintas a la prisión preventiva.
Con base en los argumentos presentados por la defensa para acreditar el arraigo del acusado en Yucatán, el juez segundo de control de Mérida, Luis Mugarte Guerrero, decretó las siguientes medidas cautelares: la presentación periódica dentro de los primeros cinco días de cada mes al Centro Estatal de Medidas Cautelares; la exhibición de una garantía económica de 18 mil pesos y la prohibición de salir del Estado.
También el sometimiento a la vigilancia del Centro Estatal de Medidas Cautelares; la prohibición de acercarse a las víctimas o a su domicilio en una distancia no menor de 100 metros y la colocación de un localizador electrónico.
Este es el segundo involucrado en estos hechos en obtener su libertad provisional, el primero fue Erick “N”, hace unas semanas.
De los cinco acusados, solo quedan tres recluidos en el Centro de Reinserción Social del Estado: Gaspar “N”, quien está vinculado por los delitos de usurpación de funciones públicas o de profesión y además de ataques peligrosos cometidos contra servidor público y daño en propiedad ajena.
Los hermanos Jesús “N” y Juan “N”, quienes fueron vinculados por los delitos por usurpación de funciones públicas o de profesión y uso indebido de uniforme, insignia, distintivo o condecoración.
Erick “N” y Óscar “N” también fueron acusados de los ilícitos de usurpación de funciones públicas o de profesión y uso indebido de uniforme, insignia, distintivo o condecoración.
En la causa penal se indica que los hechos sucedieron en la madrugada del miércoles 5 de febrero de este año, cuando agentes de la SSP estaban en su sector de vigilancia en el poniente de la ciudad, a bordo de la unidad marcada con el número 6278, cuando vieron que una camioneta Torrent transitaba a una velocidad inmoderada sobre la calle 29 y que además cometió una infracción al reglamento, por lo que se le dio alcance y se le conminó a detener su marcha a la altura de la calle 100 de la citada colonia.
Cuando uno de los agentes levantaba la infracción, se bajó de la camioneta Gaspar con una pistola y apuntó hacia los policías.
Su compañero, al ver lo anterior lo empujó y evitó que el proyectil hiciera blanco en el cuerpo del policía, ya que la bala se alojó en una de las llantas de la patrulla, después se escucharon otras detonaciones.
Los agentes solicitaron refuerzos y tras una persecución la camioneta fue interceptada y sus ocupantes detenidos por los uniformados.