El lunes, un personero de Morena se acercó a este diario.
Pidió cita, fue atendido y dijo que traía un documento que exhibía un complot
en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Su intención era que EL UNIVERSAL lo publicara en su
edición del martes como una gran nota generada por este diario, y que además
—ofrecía generosamente— serviría para que esta casa editorial, que era
mencionada en el supuesto plan, pudiera marcar distancia del presunto proyecto
desestabilizador.
Se le pidieron fuentes y se le dijo que si era una
denuncia se le tendría que poner nombre, apellido y rostro.
La siguiente noticia sobre el siniestro plan denominado
Proyecto BOA (Bloque Opositor Amplio) fue la mañana del martes cuando el presidente
dijo que “el pueblo” le había hecho llegar un plan para debilitarlo, justo el
mismo documento que el morenista había entregado un día antes a esta casa
editorial.
Así que si el presidente quiere saber quién llevó la BOA
a Palacio Nacional, solo tiene que preguntarle a un distinguido morenista, y
orgulloso representante de la 4T, quien de paso podría decirle de dónde sacó el
misterioso documento y por qué buscó que un medio lo presentara como una
investigación propia. Bastaría con que lo invite a desayunar, una vez más, a
Palacio para que le cuente.
A menos que en la Presidencia ya conozcan bien la
historia.
Con información de El Universal