El llamado de John Ackerman para retirar a Ricardo Monreal como líder en el Senado de Morena fue calificada por Alejandro Rojas como un intento de golpe parlamentario. Por tal motivo, Infobae México entrevistó al politólogo de la Universidad Iberoamericana para poder abundar en el tema y durante la plática planteó el escenario político del partido de la 4T, así como explicó los intereses y la ideología de las facciones morenistas.
Y es que el pasado 24 de junio, el miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM publicó en su cuenta de Twitter su desagrado con el líder morenista respecto a una entrevista para Carlos Loret de Mola en el medio Latinus.
“‘Te he leído y te sigo y en tu trabajo estás en lo correcto'. Así le dice Ricardo Monreal a Carlos Loret de Mola en esta muy interesante entrevista. ¿Qué esperan Senadores de Morena para renovar su coordinación? Ya lo dijo Andrés Manuel López Obrador ‘Es #TiempoDeDefiniciones’”, escribió en referencia al caso.
Sin embargo, varios miembros parlamentarios del partido que llevó a Andres Manuel López Obrador (AMLO) a la presidencia manifestaron su apoyo a Monreal Ávila.
Por su cuenta, el ex gobernador de Zacatecas conminó a la paz entre facciones políticas con la finalidad de no caer ante la influencia de la derecha mexicana, acto que fue contestado por Ackerman para abrir un debate entre ambas partes.
“Nunca me voy a confrontar con quienes simpatizamos en la construcción de este movimiento. Si no lo hago con la oposición, menos lo haría con mis compañeros que están en el movimiento luchando”, aseguró en un tuit.
En la primera parte de la entrevista que realizó Infobae México, Rojas Díaz Duran estableció un panorama político con lucha entre facciones y se menciono ligeramente el conflicto de Alejandro Rojas con Héctor Díaz-Polanco, presidente de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) y una sanción controversial. En esta entrega, la segunda y última, el político termina su planteamiento de lo que espera del partido, en donde hay cabida para todos incluyendo a las “minorías radicales”. También abundó respecto a la pérdida de sus derechos electorales por la determinación de la CNHJ. Y brindó algunos nombres del ala progresista de Morena.
“Ramírez Cuéllar debe regresarse a su curul y Yeidckol Polevnsky debe rendir cuentas sobre los millonarios recursos financieros de Morena, por lo que no debería de participar en la contienda interna, hasta en tanto la Fiscalía General de la República y el INE no deslinden las responsabilidades correspondientes ante las denuncias presentadas, porque sin juzgar, me pregunto: ¿qué pasaría si la encuentran culpable de algún delito?”, aseguró el político.
En este postulado hace referencia a Jesús Ramíres Cuéllar, presidente interino del partido, quien tomó licencia de su curul en la Cámara Baja para presidir el partido y de Yeidckol Polevnsky, ex presidenta nacional de Morena, quien está siendo investigada por el manejo de recursos del partido.
Alejandro Rojas: Díaz-Polanco, presidente de CNHJ, es el inquisidor de Morena. No respeta ni la constitución, porque violan nuestros derechos al tratar de impedir la libertad de expresión y de tránsito. A mi me sancionaron porque dicen que estoy recorriendo el país y haciendo adelantos de campaña. Si él hubiera sido el director del INE en tiempos de la campaña de AMLO, no hubiera permitido que López Obrador recorriera el país. Es decir, si los mismos argumentos con los que me sancionaron se los hubieran aplicado al presidente, ni siquiera hubiera salido a la esquina de su casa. Esos argumentos son incongruentes, escupen para arriba.
Alejandro Rojas: Pues en Morena cabemos todos, hasta los radicales. Este ataque es más bien una reacción, porque saben que les vamos a ganar. Los que formamos toda el ala democrática de Morena somos mayoría, más del 90% y vamos por la dirigencia nacional. Ya no nos pueden detener, por eso el golpeteo. Hay que ver que ellos sí son golpistas, porque lo que hizo Ackerman es llamar a un golpe parlamentario.
Infobae México: Pero se manifestó un apoyo generalizado a Monreal, ¿No?
Alejandro Rojas: Claro, porque esta minoría quiere confundir a la ciudadanía y meterle el pie a quienes nos identificamos con esta ala democrática y que también está en el gobierno. Ahí está Marcelo Ebrard, Esteban Moctezuma, Poncho Romo, Tatiana Clouthier... es decir, somos millones los que estamos en una izquierda democrática y progresista junto con el jefe del ejecutivo federal. No somos extremistas, dogmáticos ni fanáticos. Todo fanatismo ideológico te lleva al autoritarismo político y estos señores siembran el fanatismo entre la sociedad mexicana y existe el riesgo de una confrontación social. Ellos sí son muy peligrosos, porque tienen una agenda que coincide con la derecha norteamericana y las derechas golpistas de América Latina.
Cabe recordar el caso del presidente Allende, quien sufrió con los comunistas radicales, mismos que abonaron el camino para la dictadura pinochetista. Allende fue quien nombró a Pinochet como líder de las fuerzas armadas, y los actos de los radicales justificaron el avance del golpe de Estado de la derecha en Chile. De ese tamaño es la responsabilidad de los fanáticos, hasta parecen enviados a propósito.
Por eso no me extrañaría que un día apareciera en las listas de la CIA personajes como éstos. Porque en América Latina está documentado cómo pseudolíderes de izquierda radical estaban en las nóminas de la CIA. Hay muchos ejemplos que se pueden buscar en Google. Muchos movimientos populares de América Latina y las guerrillas de Centro América se vieron afectados por personajes que se decían ser de movimientos internacionalistas: personas extranjeras, principalmente norteamericanos que se denominaban como defensores de la izquierda.
A mí se me hace muy sospechoso que Ackerman desvíe la atención sobre su patrimonio, también es sospechoso que él tiene acceso a muchos medios de comunicación. ¿A poco no hay mexicanos con más talento que él para tener los espacios mediáticos y en los que escribe? Hay muchos mexicanos más talentosos que Ackerman, pero esos no son radicales, a esos no les dan foros, ni escriben en una revista.
Es un personaje que no llegó sólo a México, llegó empujado por intereses. Yo siempre he tenido la duda de que por qué están aquí, me parece muy extraño, pues no coincide su vida personal con lo que hacen en México.
Claro, es bienvenido y puede estar nacionalizado, como Díaz-Polanco, pero eso no les da derecho a decidir y definir la política interna en México. Somos soberanos, eso nos corresponde a todos los mexicanos. Es decir, ellos pueden opinar, pero no van a decidir el futuro de millones de mexicanos.
A ver, por qué no critica que Trump haya impuesto a México que le cuide la frontera sur a lo border patrol. Yo no estoy de acuerdo con eso.
Realmente, digamos que Ackerman es la jauría extremista disfrazada de la derecha. Lo único que logra es que se estigmatice a la izquierda como fanáticos y polarizantes. La verdad es que nos somos así.
Alejandro Rojas: Ellos ven que los empresarios son enemigos del pueblo, pero hay más de 4,300,000 micropymes que generan el 80% del empleo. No son los megamillonarios y también, los que se autoemplean y la economía informal tienen todo el derecho a prosperar. No todo el que quiera poseer algo es enemigo del pueblo. Se debe de entender que este discurso es el que polariza y no vamos a dejar que eso pase. La consecuencia de ese discurso será una crisis política en la que no va a haber ganadores más que los intereses de la derecha.
Yo tengo la claridad de ver que este golpismo parlamentario de Ackerman tiene un trasfondo. Están enojados y saben que van a perder en las elecciones internas, por eso me suspendieron a mí y ahora se van tras Ricardo Monreal.
Cuando ganemos, esta minoría tiene todo el derecho de seguir en Morena, pero si no les gusta que formen su partido y que se llame “Aquí Estamos los Talibanes de la Izquierda Radical (AETIR)” y quien coincida que se vaya para allá. Morena es propiedad del pueblo de México y el pueblo de México no es radical ni polarizante. Los mexicanos somos demócratas que quieren justicia social, prosperidad, empleos, libertades públicas, instituciones que eliminen la corrupción y la ilegalidad. Eso es lo que queremos y la única manera de que se concrete esto es hacer un nuevo acuerdo por la nación en donde quepan todos, incluyendo a los radicales.
Los radicales de la derecha y la izquierda son minoría, la verdad es que los extremos luego se juntan, se complementan uno a otro. Es nuestro “BOA interno” que le hace el trabajo a la derecha.