Washington.- "Welcome to United States president Andrés
Manuel López Obrador", arenga con la cual el mandatario mexicano fue
recibido en el Memorial a Abraham Lincoln por un grupo de connacionales que le
dio la bienvenida a Estados Unidos.
Y es que al escuchar el ulular de las sirenas de las
patrullas y al ver el convoy de camionetas del Servicio Secreto la emoción se
hizo presente en este emblemático lugar.
Antes de subir a la escalinata del monumento Lincoln, el
Jefe del Ejecutivo volteó a ver a sus simpatizantes, detuvo su paso, cruzó los
brazos y les envió "abrazos a la distancia".
-"¡No nos falles!", le gritaban a su paso.
Gabriela, junto con su hija y sobrinos manejó ocho horas
desde Indianápolis, pero dice que para ella no es esfuerzo.
"Lo hago con mucho gusto, no es esfuerzo", dice la
mujer originaria de Huamantla, Tlaxcala, quien desde hace dos décadas dejó su
tierra para trabajar en la unión americana.
Decidió comenzar su visita oficial de trabajo
rindiendo un homenaje al presidente Lincoln, precursor de la abolición de la
esclavitud, pero también en el memorial a quien es una de las figuras
principales no solo de su gobierno, sino de su vida como servidor público.
En el monumento al ex presidente de México Benito Juárez García
se concentró un mayor número de paisanos, unos 200 aproximadamente, pero
también un grupo menor gritó consignas contra López.
Ahí el presidente López Obrador montó una guardia de
honor frente a uno de los presidentes mexicanos que más admira, donde estuvo
acompañado por elementos Ejército y Marina de México.
Antes de retirarse el mandatario observó por unos segundos
la imagen del Benemérito de la Américas, mientras los gritos de sus seguidores
decían: "¡No nos falles! ¡No nos falles!".
Tras entonar el himno nacional, visiblemente contento se dirigió hacia la camioneta blinda que le proporcionó el Servicio
Secreto, cuyos agentes no perdían movimiento alguno del presidente y de los
manifestantes.
Al retirase del lugar, un grupo comenzó a
gritar consignas contra el mandatario mexicano, hubo una serie de
empujones, pero los seguidores de la Cuarta Transformación los rebasaban en
número, con porras y consignas.
"Vámonos a la Casa Blanca", gritó uno de ellos
mientras en carros, taxis o caminando se dirigían a la residencia oficial del
presidente de Estados Unidos.
Con información de El Universal