La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el martes que "surgen pruebas" de la posible transmisión por el aire del COVID-19, después de que científicos internacionales alertaran de esta forma de contagio, y reiteró que la epidemia se acelera.
"Reconocemos que surgen pruebas en este sentido y por tanto, debemos permanecer abiertos a esta posibilidad y a sus implicaciones, así como a las precauciones que deben adoptarse", declaró Benedetta Allegranzi, funcionaria de la OMS en una conferencia de prensa telemática.
"La posibilidad de una transmisión por vía aérea en lugares públicos, especialmente llenos de gente, no puede excluirse. No obstante, se tienen que reunir las pruebas e interpretarlas", prosiguió Allegranzi.
La responsable aconsejó "una ventilación eficaz en los lugares cerrados y la distancia física". "Cuando no es posible, aconsejamos el uso de mascarilla", dijo.
La OMS había dicho con anterioridad que el virus que causa la enfermedad respiratoria del COVID-19 se propaga sobre todo a través de pequeñas gotas eyectadas desde la nariz y la boca de una persona infectada, que caen rápidamente al suelo.
No obstante, en una carta abierta a la agencia con sede en Ginebra publicada el lunes en la revista Clinical Infectious Diseases de la Universidad de Oxford, 239 científicos de 32 países destacaron pruebas que, en su opinión, muestran que partículas flotantes del virus pueden infectar a las personas que las inhalan.
Como esas partículas más pequeñas exhaladas pueden permanecer en el aire, los científicos están instando a la OMS a actualizar sus normativas.
La OMS, ya criticada por haber tardado en aconsejar el uso de máscaras, fue acusada de no querer admitir las pruebas que apuntan a una propagación por el aire del nuevo coronavirus, que ya ha matado a más de 535.000 personas en seis meses.
La pandemia sigue adelerándose
La institución insistió el martes en que la epidemia "se acelera, y no hemos alcanzado el pico de la pandemia", en palabras de su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus.