El Gobierno federal aplazó hasta diciembre la aplicación
rigurosa del nuevo etiquetado para alimentos, previsto para entrar en
vigor el 1 de octubre.
Las secretarías de Salud y Economía publicaron hoy, en
edición vespertina del Diario Oficial, un acuerdo por el que hasta el 30
de noviembre no habrá sanciones administrativas de ningún tipo a empresas
que produzcan, importen o comercialicen alimentos y bebidas no alcohólicas
preenvasados, que no tengan en su empaque el nuevo etiquetado frontal.
La industria alimenticia lleva meses advirtiendo sobre
la dificultad técnica de modificar, en medio de la pandemia de Covid-19,
los envases de más de 800 mil productos; y decenas de empresas, entre
ellas Bimbo, Coca-Cola y Unilever, promovieron amparos en julio para impugnar
los cambios a la Norma Oficial Mexicana del etiquetado y tratar de aplazarla.
"La entrada en vigor de la modificación requiere una
implementación eficiente que brinde claridad, certidumbre y certeza a
productores, importadores, comercializadores, consumidores y autoridades",
dice el acuerdo.
"La velocidad de rotación de los inventarios de los
alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados que deberán cumplir con la
modificación difiere entre los establecimientos comerciales por múltiples
razones; entre ellas, porque dichos productos son perecederos, pero también
porque las variaciones de los inventarios están influidas por el tipo de
establecimiento donde se comercializa, su ubicación geográfica y el tamaño de
la demanda".
Por tanto, ni la Cofepris ni la Profeco impondrán,
entre el 1 de octubre y 30 de noviembre, sanciones como multas, clausura,
arresto, suspensión, revocación, cancelación, prohibición de comercialización,
inmovilización, aseguramiento, retiro del mercado y/o emisión de alertas.
El nuevo etiquetado frontal, con octágonos negros para
alertar sobre exceso de azúcares, grasas, sodio y calorías, es sólo el primer
paso de los cambios a la NOM, cuya implementación tomará varios años.
A partir de abril de 2021, por ejemplo, el etiquetado
ya no podrá estar sobrepuesto sobre la versión anterior, sino que tendrá
que ser parte original del empaque.
El aplazamiento de dos meses es muy inferior al periodo de un año que la Asociación Nacional de Manufacturas (NAM) de Estados Unidos solicito al Gobierno mexicano a principios de julio.