La empresa mexicana Med Evolution desarrolló un prototipo de
ventilador mecánico invasivo para atender a pacientes críticos de COVID-19 que
costaría alrededor de 20 o 30 mil pesos y se distribuiría sin fines de lucro,
de acuerdo con su director, Kurt Nyssen.
Pero el proceso para materializar su creación está atorado
en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que desde hace dos
meses y medio recibió el prototipo para su evaluación y no ha dado una
respuesta, ni favorable ni adversa.
La validación de Conacyt es apenas la primera de tres
necesarias, de acuerdo con el “Diagrama de flujo para aprobación de
ventiladores invasivos en México durante la contingencia COVID-19”, aunque el
mismo documento aclara que los flujos pueden correr en paralelo para acelerar
el resultado ante la emergencia sanitaria.
El segundo organismo involucrado es el Instituto Nacional de
Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde hay que hacer pruebas de
funcionamiento en un pulmón artificial y en porcinos.
Aunque desde el 22 de junio Med Evolution hizo estas pruebas
con resultados satisfactorios y apoyo del Instituto e insistió en Conacyt, la
respuesta de la Dirección de Desarrollo Tecnológico fue que “toma un poco de
tiempo la evaluación considerando la carga de trabajo”, de acuerdo con un
correo electrónico al que Animal Político tuvo acceso. Según Nyssen,
el primer mes y medio ni siquiera habían respondido sus correos, hasta que
empezaron a presionar directamente en las oficinas del organismo.
Sin esa evaluación del prototipo, no puede llegar al paso
final, que es el permiso temporal para su producción y comercialización, de la
Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Se preguntó a Conacyt el porqué de este retraso y la primera
respuesta fue que la autorización depende de Cofepris pero se revisaría el
tema, aunque después ya no hubo más comentarios.
Hace dos semanas, Conacyt presentó dos ventiladores,
con los nombres Ehécatl 4T y Gätsi, cuyo desarrollo coordinó y presentó como
“los primeros ventiladores 100% mexicanos”, aunque llegaron dos meses tarde de
la meta de tenerlos listos el 15 de mayo, como se había anunciado un mes
antes en la conferencia vespertina sobre la pandemia de coronavirus.