En el Golfo de Ulloa, en Baja California Sur, se han encontrado 185
lobos marinos muertos, sin que la Procuraduría Federal de Protección al
Ambiente (Profepa), aún no pueda definir las causas de su mortandad. Se cree
que fueron heridos con balas.
Este jueves aparecieron otros 12 ejemplares muertos, pero ahora en Camalú, municipio de San Quintín, en Baja California.
Se cree que los
responsables de sus muertes podrían ser los tripulantes de barcos de
Ensenada, que les dispararon con armas de fuego en varias ocasiones
al momento de sacar sus redes del agua, ya que los lobos marinos se comen las
capturas del día, cuando los peces no pueden escapar.
Los cadáveres que se han encontrado están en avanzado estado de descomposición, pues al parecer fueron arrojados al mar hacia la playa, sin que la Profepa acuda a investigar darles destino final a los restos, a pesar de que son una especie protegida.
El varamiento en Camalú,
Baja California ocurre 34 días después de que aparecieron sin
vida los primeros 137 lobos marinos en playa San Lázaro, municipio de
Comondú, Baja California Sur.