La economía de México se recuperará de la caída prevista de
9 por ciento durante 2020, con un crecimiento en 2021 de 3.7 por ciento, según
estimó este martes el Banco Mundial.
Esto se deberá a una mejora de sus exportaciones hacia
Estados Unidos y una menor incertidumbre sobre la aplicación del renovado
acuerdo comercial esa nación y Canadá (T-MEC).
Sin embargo, hacia el 2022 aminora su ritmo de expansión a
un 2.6 por ciento, prevé el organismo.
“El crecimiento porcentual en 2021 es insuficiente para
revertir las pérdidas de producción del año pasado y está siendo frenado por
factores que incluyen la consolidación fiscal planificada y la debilidad de la
inversión desde hace mucho tiempo. Se proyecta que el crecimiento se
desacelerará a 2.6 por ciento en 2022 a medida que el crecimiento de la demanda
externa se debilite y el impulso a la actividad económica de las mejoras del
mercado laboral comience a desvanecerse”, advierte el informe presentado en
Washington, Estados Unidos.
El pronóstico de crecimiento para 2020 mejora desde una
caída de 10 por ciento anticipada en octubre pasado por el vicepresidente del
Banco Mundial para América Latina, se mantienen igual para el 2021 y, para el
2022, se ajusta ligeramente a la baja desde el 2.8 por ciento previsto tres
meses atrás.
Comparado con el informe de junio Perspectivas Económicas
Globales del Grupo del Banco Mundial, las expectativas México mejoraron 1.5
puntos para 2020 y 0.7 puntos porcentuales para 2021.
El desempeño de la economía mexicana está alineado a las
proyecciones de crecimiento para la región de América Latina, de un repunte de
3.7 por ciento en 2021 y de 2.8 por ciento en 2022, luego de estimar una
contracción del PIB de la región de 6.9 por ciento.
La perspectiva se basa en que la vacunación COVID-19 se
acelerará durante la segunda mitad de este año y que los precios del petróleo y
los metales serán más altos de lo previsto en junio, con un promedio de 44
dólares por barril en 2021 y 50 dólares en 2022.
El repunte de la economía regional dependerá de la
flexibilización de las iniciativas para mitigar la pandemia, de la distribución
de las vacunas, estabilización de los precios de los principales productos
básicos y mejoren las condiciones externas.
“No obstante, el repunte será muy débil y se producirá
después de una década de crecimiento lento. En un escenario negativo, en el que
se retrase la distribución de las vacunas, con efectos económicos secundarios,
el crecimiento podría ser aún menor, del 1.9 por ciento en 2021 y de 2.3 por
ciento en 2022”, aseveró el Banco en el texto.
Aunque la región alberga a menos del 10 por ciento de la
población mundial, en esta pandemia contabiliza casi al 20 por ciento de los
casos confirmados de contagios de COVID-19 y en donde cinco de las 10 economías
más grandes, Argentina, Brasil, Chile, México y Perú, tienen las tasas de
muertes per cápitas más altas.
Fuente: El Financiero