Rhiley Morrison, un
niño de apenas 12 años de edad, se hizo viral en redes sociales por haber
ingerido 54 imanes para intentar volverse “magnético“; cabe mencionar
que esta no es la primera vez que lo hace, por lo que tuvo que ser operado de
emergencia para evitar un daño mayor.
Al parecer menor
realizaba esto como parte de un experimento, pues en la primera ocasión
ingirió los imanes para que los objetos metálicos pudieran pegarse a
su estómago y en esta última, fue para saber qué sucedía con los objetos al ser
evacuados, pero al ver que su cuerpo no los desechaba decidió avisarle a su
madre que “por accidente” ingirió solo dos imanes.
Paige Ward, madre
del niño que fue diagnosticado con trastorno por déficit de
atención e hiperactividad y autismo, quedó sorprendida, pues en la
radiografía los médicos solo pudieron detectar de 25 a 30 piezas, pero al ser
operado encontraron un total de 54 imanes.
Luego de la cirugía
vino lo peor, pues durante 10 días el menor sufrió vómito, no podía ir al baño
y tampoco podía comer, pero afortunadamente logró salir con vida.
Finalmente y ante
esta peligrosa experiencia, Paige alertó a los padres de familia para evitar
comprar a sus hijos estos objetos que en los supermercados son vendidos como
“juguetes”, pero en realidad no son aptos para estar al alcance de los menores.