Estados Unidos, Brasil, Colombia y México son, en ese orden,
los cuatro países del mundo con el peor desempeño para afrontar la pandemia por
COVID-19, señaló un informe realizado por el Colegio de México (Colmex).
Al analizar el caso mexicano, Jaime Sepúlveda, director del
Instituto para las Ciencias de Salud Global de la Universidad de California en
San Francisco (UCSF) y coautor del estudio “La respuesta de México al
COVID-19″, explicó que entre las conclusiones a las que pudieron llegar es que
el país tuvo demasiadas deficiencias en el manejo de la pandemia.
Entre estas fallas, puntualizó, estuvo la falta de
anticipación, pues se “perdieron oportunidades preciosas” para prepararse a la
llegada del coronavirus.
Del mismo modo, existieron carencias en la incorporación de
evidencia científica y no se tuvo la capacidad para reconocer los errores y
corregir las políticas.
El investigador señaló que, de acuerdo con el reporte, se
pudo evidenciar que las autoridades mexicanas minimizaron el uso de pruebas
diagnósticas y se ridiculizó y minimizó el uso de cubrebocas, “lo cual tuvo
efectos devastadores“.
Al mismo tiempo, detalló, existió una subestimación seria de
los casos reales pues se estima que para noviembre de 2020 “se estaban
detectando 1 de cada 30 casos que existían”.
Afectaciones a los más pobres
Mariano Sánchez, investigador del Colmex y coautor del estudio, refirió que
tras el informe pudieron detectar enormes inequidades en el sistema de salud,
por ejemplo, que la tasa de mortalidad es menor en el sector privado.
Si eres hospitalizado en el Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS) tu probabilidad de morir puede ser hasta más del 50 por ciento,
nada que ver con el 20 por ciento de índice de mortalidad por covid de los
hospitales privados”, refirió.
Destacó que las personas más pobres tuvieron menos
posibilidades de tener acceso a las pruebas, además de que el hacinamiento en
viviendas, con espacios con poca ventilación y el obligado traslado en
transporte público masivo, fueron factores de contagio muy abruptos.
“Todos estos elementos se suman como evidencia de que los
más pobres estuvieron más expuestos al virus”, apuntó.
Jaime Sepúlveda expresó su preocupación por la mortalidad en
el personal de salud. Esto, dijo, se ha exacerbado a la exclusión de este
sector a la vacuna y a que no existe un plan de inoculación claro.
“No se tiene información detallada sobre el número de dosis,
ni las áreas geográficas en las que se aplicará. No hay lógica epidemiológica
en el plan de vacunación, parece que responden más a la política electoral, que
al bienestar de la población”, afirmó.
Los expertos refirieron que el estudio debe servir para
aprender lecciones y, si es posible, cambiar el rumbo y mejorar en el
financiamiento del sistema de salud.
El informe, consta de más de 120 páginas, está basado en más
de 400 referencias bibliográficas, y fue realizado a solicitud del panel independiente
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el auspicio del Instituto para
las Ciencias de Salud Global de la UCSF.
Fuente: López Dóriga Digital