Al hallar el cuerpo de Nancy Lezama, Enrique adoptó la culpa ajena. Él aprovechó el día de descanso de su novia para invitarla a cenar, sin saber que la Línea 12 del Metro colapsaría y ella moriría.
Para Nancy, el lunes era el día de descansar en casa y de no acercarse a la plaza comercial, donde trabajaba. Pero ahí también laboraba Enrique, su novio, que insistió en que acudieran al cine.
La noche del lunes no hubo película, pero sí una cena a la que la pareja invitó a Tania Lezama, hermana de la fallecida, de 22 años.
Los tres pasaron parte de la tarde hasta que llegó la hora de regresar a casa o el Metro cerraría sus puertas.
Ese día, Nancy le pidió a Enrique que no la acompañara de regreso, pues ella iba acompañada de su hermana menor, de 15 años.
Enrique esperaba llamada de Nancy tras dejarla en Línea 12 del Metro
Así, la adolescente de 15 años y Nancy abordaron el convoy de la Línea 12, que las llevaría a su hogar. Su novio esperó que le avisara que habían llegado, pero la llamada nunca ocurrió.
Él insistía en marcar al celular de Nancy; sólo obtenía la voz del buzón. Al encender la televisión, supo del desplome del tramo elevado, por el que pasaría el tren en que viajaban su novia y cuñada.
En su recorrido por hospitales, encontraron a Tania Lezama en el hospital de Xoco con el diagnóstico de no volver a caminar. Nancy fue hallada entre los fallecidos.
"Buscamos en todos los hospitales. Por culpa de un gobierno fallido, perdimos a Nancy. (Era) tanto el cinismo de esta gente, que ni siquiera nos ayudaron a buscarla, no nos preguntaban ni cómo iba vestida", dijo la mamá de Enrique.