Cuando se dan consejos sobre sexualidad, se suele hablar de
comunicación o de juegos que contribuyan a unión de la pareja. Pero no siempre
se habla de higiene. Por eso, a continuación te comentaremos algunos hábitos de
higiene necesarios para vida sexual saludable.
Por supuesto que es justo y necesario ver la sexualidad con
completa naturalidad y confianza. Pero en ocasiones, algunas personas confunden
la naturalidad con la falta de precauciones, sobre todo en cuestiones de
limpieza.
De ahí que los expertos recomienden no olvidarnos de esos
hábitos pequeños que nos pueden ahorrar un problema de salud.
Lavarse las manos
Mucha gente no considera este punto antes de tener una
relación sexual, pero es sin duda uno de los hábitos más importantes. Lavarse
las manos apropiadamente antes y después de una relación puede impedir el
contagio, por ejemplo, de la candidiasis, una infección por hongos.
No olvides las zonas íntimas
El correcto aseo de los genitales durante la regadera
previene muchas enfermedades de transmisión sexual. En el caso de los hombres,
el correcto lavado impide la acumulación de esmegma.
En ciertas condiciones, el esmegma acumulado puede ser un
indeseable caldo de cultivo para las bacterias. De ahí que el lavado de los
genitales tenga que ser a conciencia.
“Es muy sorprendente la cantidad de hombres que no se lavan
bajo el prepucio. No solamente suelen experimentar complicaciones derivadas de
una mala higiene, sino que además resulta muy desagradable para su pareja
sexual”, escribió el especialista inglés Patrick French.
Eso sí: no es necesario lavar con excesivo jabón. En la
mayoría de los casos, debe bastar con agua tibia y, en su defecto, con un poco
de jabón neutro, sin aroma.
No es necesario el lavado vaginal
Aunque la industria de la higiene íntima para las mujeres
goce de un amplio auge, no es necesario acudir a las duchas vaginales. Aunque
los médicos recomiendan evitarlas, solo en Estados Unidos una de cada cuatro
mujeres emplea las duchas vaginales.
La vagina no necesita intervención externa para mantenerse
limpia y, por el contrario, las duchas vaginales y demás productos pueden
causar más daños que beneficios. Investigaciones han encontrado que incluso
aquellos productos que prometen mantener el PH de la vagina, aumentan el riesgo
de padecer infecciones tanto bacterianas como micoticas.
En el caso de la vulva, sí que es necesario lavar
diariamente con agua tibia. En algunos casos se puede usar jabón neutro y sin
perfume.
Orinar después de una relación
Los expertos coinciden en que es más que beneficioso orinar
después de una relación sexual. Así se limpia la uretra y se previenen
infecciones en el tracto urinario.
El sexo es una de las principales causas detrás de las
infecciones de las vías urinarias, por lo que una forma de prevenirlas es
acudiendo al baño tras una relación.
Fuente: Noticieros Televisa