Un rover
motorizado de China a control remoto bajó el sábado por la rampa
de su cápsula de aterrizaje y llegó a la superficie de Marte,
convirtiendo al gigante asiático en el segundo país en orbitar, aterrizar y desplegar un vehículo
terrestre en su misión inaugural a ese planeta.
Zhurong, que lleva
el nombre de un mítico dios chino del fuego, bajó a la superficie de Marte a
las 10:40 hora de Pekín (0240 GMT), según la cuenta oficial del rover en
las redes sociales.
Estados Unidos y
Rusia son los únicos otros países que han llegado a Marte, y solo el
primero ha operado un róver en la superficie.
El vehículo, que
pesa 240 kg y cuenta con seis instrumentos científicos, incluida una cámara
topográfica de alta resolución, estudiará el suelo y la atmósfera del planeta.
El rover impulsado
por energía solar también buscará signos de vida antigua, incluyendo agua y
hielo bajo la superficie, utilizando un radar de penetración en el suelo
durante su exploración de 90 días de la superficie marciana.
Zhurong se moverá y se detendrá en intervalos lentos, estimándose que cada uno será de tan sólo 10 metros durante tres días, según la publicación oficial China Space News.
La lentitud del
rover se debe al escaso conocimiento del entorno marciano, por lo que se ha
diseñado especialmente un modo de trabajo relativamente conservador",
explicó a China Space News Jia Yang, un ingeniero que participa en la misión.
Demasiados riesgos
Jia agregó que no
descartaría un ritmo más rápido en la última etapa de la misión del rover,
dependiendo de su estado operativo en ese momento.
Destacó que el
rover fue diseñado para ser altamente autónomo porque la distancia a Marte, de
320 millones de kilómetros, hace que una señal tarde 40 minutos en viajar en
ambos sentidos, lo que supone un obstáculo para el control en tiempo real del
rover.
Las temperaturas
marcianas también son un problema, explicó, ya que una caída nocturna de los
niveles a 130 grados centígrados bajo cero congela el dióxido de carbono,
cubriendo el suelo con una capa de hielo seco, un riesgo para el rover.
Zhurong cuenta con
un sistema de suspensión automatizado que puede subir y bajar su chasis 60
centímetros, el único rover con tal capacidad, según China Space News.
Además, está
cubierto por placas de nanoaerogel para proteger su estructura del frío.
Las tormentas de
polvo también podrían afectar la capacidad del rover para generar energía a
través de sus paneles solares, dijo Jia.
Para evitarlo, la
superficie de los paneles está fabricada con un material que no se mancha
fácilmente con el polvo y que puede sacudirse con la vibración, agregó.