La mayoría de los estadunidenses que no se
han vacunado contra el COVID afirman que es poco probable que lo
hagan, y dudan de la eficacia de las inoculaciones contra la agresiva
variante delta, pese a la evidencia de que sí lo hace, de acuerdo con una nueva
encuesta que deja de manifiesto los desafíos que enfrentan las autoridades de
salud pública en medio de un aumento de las infecciones en algunos estados.
Entre los adultos estadounidenses que no han recibido una
vacuna, 35% afirman que posiblemente no se la pondrán y 45% señalan
que definitivamente no lo harán, según la encuesta de The Associated
Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos. Sólo 3% de los no
vacunados aseguran que se pondrán las vacunas, y 16% dicen que
posiblemente lo harán.
Lo que es más, 64% de los estadounidenses no vacunados
tienen poca o ninguna confianza en la efectividad de las vacunas contra las
variantes —incluida la delta, que según las autoridades es responsable del 83%
de los casos nuevos en Estados Unidos—, a pesar de las pruebas de que sí
brindan protección fuerte. En contraste, 86% de los ya vacunados tienen al
menos cierta confianza en que las vacunas funcionen.
Esto significa “que habrá más casos prevenibles, más
hospitalizaciones prevenibles y más muertes prevenibles”, dijo el doctor Amesh
Adalja, especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad Johns
Hopkins.
Siempre supimos que sería difícil persuadir a una parte de
la población sin importar qué estadísticas se mostraran, (y) mucha gente está
más allá de la persuasión”, señaló Adalja. Reiteró las palabras de la directora
de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Rochelle
Walensky, que describió el actual incremento como “una pandemia de los no
vacunados” porque casi todas las hospitalizaciones y muertes han ocurrido entre
quienes no estaban inoculados.
La encuesta de The AP-NORC se efectuó antes de que
diversos republicanos y personalidades conservadoras del mundo de las
noticias exhortaran esta semana a la gente a que se vacune tras meses de
fomentar dudas. Ese esfuerzo tiene lugar después de que los casos de COVID-19
casi se triplicaran en Estados Unidos en las últimas dos semanas.
A nivel nacional, 56,4% de todos los estadounidenses,
incluidos niños, han recibido al menos una dosis de la vacuna, de acuerdo con
los CDC. Y funcionarios de la Casa Blanca dijeron el jueves que las
vacunaciones han empezado a aumentar en algunos estados donde las tasas se
estaban rezagando y los casos de COVID-19 aumentando, como Arkansas, Florida,
Luisiana, Missouri y Nevada.
Aun así, apenas poco más de 40% de la población de Luisiana
ha recibido al menos una dosis, y el estado informó el miércoles de 5.388 casos
nuevos de COVID-19, la tercera cifra más alta en un solo día desde el inicio de
la pandemia. Las hospitalizaciones también tuvieron un fuerte aumento en el
último mes.
Según el sondeo de The AP-NORC, 54% de los estadunidenses están
por lo menos algo preocupados de que ellos o alguien de su familia se infecte,
incluidos 27% que están muy preocupados. La cifra es poco mayor a la de hace un
mes, pero está muy por abajo de la de principios de año, cuando alrededor de 7
de cada 10 estadounidenses decían estar al menos algo preocupados de
que ellos o alguien que conocen se infectara.
Los demócratas rebasan a los republicanos en afirmar que
están al menos algo preocupados de que alguien cercano a ellos se infecte: 70%
contra 18%.
Y en general, es más probable que los republicanos
afirmen que no se han vacunado y que definitiva o posiblemente no lo
harán: 43%, contra 10% de los demócratas. También hay divisiones en los puntos
de vista por grupos por edad o educación: 37% de quienes tienen menos de 45
años afirman que no se han vacunado y posiblemente no lo harán, en comparación
con 16% de las personas de mayor edad. Y es más probable que quienes carecen de
estudios universitarios digan que no están vacunados y no se vacunarán en
comparación con quienes los tienen: 30% contra 18%.