El asunto de los uniformes tirados a la basura de la
villa olímpica de Tokio 2020 no sólo generó críticas y controversia en
torno a la selección mexicana femenil de softbol sino también a las
dos boxeadoras que dieron a conocer el hecho les tocaron varios llamados
de atención de las autoridades del deporte mexicano.
El jueves 29 de julio, Esmeralda Falcón y Brianda Tamara mostraron en redes sociales fotografías de los uniformes que las jugadoras de softbol dejaron tirados en la villa olímpica. A partir de ese momento se generó una controversia de resonancia nacional con ecos a nivel internacional.
Mientras Rolando Guerrero, presidente de la Federación Mexicana de Softbol, intentó en un momento justificar a las jugadoras de la selección femenil, Carlos Padilla Becerra, presidente del Comité Olímpico Mexicano, cuestionó
su identidad y compromiso como deportistas mexicanas.
El regaño a los boxeadoras
La Federación de Softbol salió a ofrecer una disculpa por la acción de sus jugadoras y ellas lo hicieron a través de redes sociales, aunque hubo quien sí demostró que guardo sus uniformes como Steffy Aradillas. Al final, las boxeadoras Esmeralda Falcón y Brianda Tamara también recibieron una reprimenda.
"¡Pues no ahora resulta que a la pugilistas les tocó
regaño de directivos! Me contaron que gente de Conade, del COM y de la propia
federación de softbol les reclamaron por los posteos que hicieron en redes
sociales 'sin pedir permiso'", ventiló el Francotirador en su columna del
periódico Récord.