Tu recibo de luz llegará más caro en 2022 aunque tu consumo sea igual al del año pasado. ¿La razón? Una fórmula con la que se definen las tarifas para hogares desde que inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Según el acuerdo 134/2018, firmado al inicio de la administración actual, el precio de la energía eléctrica para hogares se fija de acuerdo a la inflación del año anterior, por lo que durante el año la tarifa irá aumentando y para diciembre de 2022 pagarás un 7% más que en diciembre de 2021.
El incremento impacta al 99.5% del esquema tarifario, los millones de personas en México que tienen tarifa subsidiada de suministro básico, se va aplicando de manera gradual cada mes y estará reflejado en tu recibo bimestral.
Por ejemplo, si en enero-febrero de 2021 pagaste 263 pesos por 280 kWh –lo que se considera un consumo intermedio–, en el mismo periodo de 2022 desembolsarás 272.5 pesos, según muestran datos de la CFE.
En el siguiente periodo, de marzo-abril, se dará otro aumento gradual, y para el bimestre de noviembre-diciembre de 2022, ya con el ajuste inflacionario, el costo por la misma cantidad de energía será de 288.92 pesos, que es 7% más que el mismo lapso de 2021 (269.91 pesos).
La siguiente tabla, elaborada con información de la CFE, muestra un comparativo entre los precios por kWh de la tarifa 1, la más común en el país, entre 2021 y 2022.
¿A qué se debe este incremento?
Óscar Ocampo, coordinador de Energía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explica que la tarifa en México se construye a partir del costo de los combustibles para producir la electricidad, y con la regla establecida al inicio del gobierno de López Obrador, que considera la inflación.
Como puedes notar en la gráfica anterior, el aumento que tendrá la tarifa de energía eléctrica durante 2022 es de 7%, lo cual coincide con la inflación registrada durante el año 2021.
Según la fórmula, el incremento en la tarifa se realiza mes a mes, para que al final del año esté “parejo” con la inflación del año anterior.
Utilizando esta estrategia, el gobierno puede cumplir con su compromiso de no incrementar los precios de los energéticos “en términos reales”, es decir, que los precios puedan subir pero que no lo hagan por arriba de la inflación.
Lo cual, a decir de especialistas, es un tanto engañoso, porque más allá de que estén o no arriba de la inflación los incrementos tienen efecto en el bolsillo de los consumidores.
“Esta frase para mí es muy deshonesta, esto de que las cosas no suben si no aumenta lo que sube la inflación”, comenta al respecto Paul Alejandro Sánchez, especialista en el sector energético.
“Es cuestionable esta metodología de decir que no sube en términos reales, porque los mexicanos no somos Economía. A la familia mexicana promedio sí le afectan los términos nominales”, añade.
Además, por este ajuste mensual resulta improbable que baje el precio de la energía eléctrica que pagan los hogares en México, aunque disminuyan los costos de generación; al contrario, irá subiendo al ritmo de la inflación, coincidieron especialistas consultados por Animal Político.
“El factor inflacionario que se registró en la regulación a partir de diciembre de 2018 ha influido bastante en el aumento de las tarifas eléctricas aún cuando reciben un subsidio. Este aumento, entre 2019 y 2021 ha sido de 10.5%”, comenta Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa de Regulación y Competencia en México Evalúa.
“El problema de la inflación es que siempre es creciente, y el tema es que los costos de generar la electricidad, transportarla y entregarla a los usuarios finales no se ven reflejados en las tarifas que pagamos, aún con los subsidios”, dice.
En México el gobierno destina subsidios para las tarifas eléctricas que pagan la mayoría de los hogares, para aminorar el precio independientemente de lo que cueste a la CFE generar cada kWh de electricidad. Según el Presupuesto de Egresos de la Federación, en 2022 se transferirán 73 mil millones de pesos por este concepto.
Con información de Animal Político