México ya tiene 21 casos de hepatitis aguda infantil, según cifras oficiales. La enfermedad ha puesto en alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque aún no se conoce su origen y ha señalado a principios de mes que es “muy urgente” que los países se aboquen a reunir información que permita identificar las causas y tomar acciones para frenar los contagios “como una prioridad absoluta”. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ha confirmado este martes que en los últimos días se han detectado 17 casos nuevos, que se suman a los cuatro que se registraron en Nuevo León la semana pasada, pero ha llamado a la calma al señalar que no se trata de un aumento “inusual” y que no hay indicios de que se esté propagando con velocidad. “Hasta el momento no hay ninguna indicación de que se trate de una enfermedad infecciosa, tampoco se descarta, lo vamos a estar estudiando”, ha señalado el funcionario. “El elemento positivo es que el análisis de los datos de México y el mundo sugiere que no se trata de una enfermedad de rápida propagación”, ha agregado.
La hepatitis aguda infantil provoca una inflamación en el hígado y la OMS ha señalado que tiene síntomas como diarrea, vómito, fiebre, dolor muscular y, sobre todo, ictericia, una coloración amarilla en los ojos y en la piel. El padecimiento ha llamado la atención del organismo internacional porque no está relacionado con los tipos de hepatitis virales que ya se conocían previamente y porque los niños que la han contraído se encontraban sanos. Fue detectada por primera vez en el Reino Unido a principios de abril y se ha extendido a por lo menos a una veintena de países, principalmente en Europa. El riesgo mundial, de acuerdo con los expertos internacionales, es bajo porque los casos aún se cuentan por cientos y porque en su mayoría son cuadros leves. Ha habido, sin embargo, una pequeña proporción de casos graves que han requerido trasplantes o han provocado la muerte de los pacientes. Hasta la semana pasada, autoridades sanitarias calculaban que había habido 11 fallecimientos en el mundo.
Los cuatro casos detectados en Nuevo León a principios de mes se reportaron estables. López-Gatell ha señalado que la enfermedad también está presente en los Estados de Durango, San Luis Potosí y Sinaloa. Las autoridades sanitarias subrayaron que desde hace un mes se emitió un aviso epidemiológico para identificar pacientes con hepatitis aguda infantil y se hagan análisis de laboratorio que ayuden a elucidar las causas. El problema de no conocer el origen es que tampoco se sabe cuáles acciones específicas pueden frenar la enfermedad, sobre todo a la luz del relajamiento de medidas contra la covid-19, que habían dado indicios de ser efectivas para contener otras enfermedades como la influenza. “De momento, no hay ninguna acción que la población debería emprender de forma específica, dado que la causa es desconocida y la cantidad de casos es muy, muy pequeña comparada con la enorme cantidad de casos de hepatitis para las que sí se encuentra una causa”, ha señalado el subsecretario. La recomendación de instancias internacionales es buscar atención médica en caso de que se observen síntomas.
La OMS ha descartado de momento que exista un vínculo entre la prevalencia de hepatitis en niños y la vacunación contra la covid. De hecho, la mayoría de los niños infectados no había recibido la vacuna. Tampoco parecen tener relación con viajes al extranjero, según López-Gatell. La línea de investigación más adelantada es que la enfermedad esté relacionada con un adenovirus, un virus común que provoca problemas gastrointestinales y respiratorios, y que ha sido encontrado en algunos casos, pero no hay resultados concluyentes de que sea una causa subyacente.
En Estados Unidos se han registrado más de un centenar de casos y cinco muertes, de acuerdo con cifras oficiales, un número similar a los identificados en el Reino Unido. En América Latina ha habido registros en Argentina, Panamá y Brasil. Otra de las incógnitas es si se trata de una enfermedad “nueva” o si ya existía pero había pasado desapercibida por el bajo número de cuadros. López-Gatell ha dicho que es previsible que el número de casos reportados en México aumente, debido a que se le está dando prioridad a identificar posibles contagios en la red de vigilancia epidemiológica. “No es un patrón de propagación y no parece ser una enfermedad que tenga esas características”, ha comentado. “Debemos mantener la calma”, dijo López-Gatell el pasado fin de semana.