Ante el riesgo inminente de que las metas de conectividad universal del programa CFE Telecomunicaciones e Internet Para Todos pudieran verse afectadas por el concurso mercantil de Altán, asociación público-privada encargada de la Red Compartida, el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador salió al rescate de la primera empresa en lo que va de su gobierno gobierno, y tomó el control de la compañía de telecomunicaciones, herencia de las reformas estructurales promovidas por el ex presidente Enrique Peña Nieto.
El Estado mexicano se convirtió en el socio mayoritario de Altán Redes, empresa operadora de la llamada Red Compartida que vende servicios como telefonía e Internet fijos y móviles a terceras marcas que a su vez lo revenden al usuario final.
Historia de un fracaso
"Altán, la empresa que se quedó con el cuestionado proyecto de la Red Compartida Mayorista, quebró. No podía saberse, dirán en la consultora McKinsey, a la que el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones en la época de Felipe Calderón, Mony de Swaan, pagó $100 millones de pesos por un estudio que dijera que el proyecto era una maravilla", aseguró Gerardo Soria, presidente del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET).
Incluso, dijo, después, con el estudio de McKinsey en la mano y "los fervores del Pacto por México en ebullición, Juan Molinar Horcasitas y su pupilo De Swaan, condicionaron el apoyo del PAN a la reforma en telecomunicaciones a que se incorporara en la Constitución este proyecto, que ya habían apalabrado con el gigante chino Huawei".
El especialista destacó: "Altán quebró y el gobierno de López Obrador salió a rescatarla. Adivine quiénes son los que pusieron el dinero y seguirán poniéndolo: Banobras, Nafin y Bancomext".
El periodista Manuel López San Martín, en su columna Pagar la ineptitud destacó: "Ahí vamos, de nuevo, usted y yo, a pagar la ineficiencia. Su dinero y el mío, unos tres mil millones de pesos de dinero público, se irán a "rescatar" una empresa privada que, por torpezas y malos manejos, quebró.
El objetivo era noble: llevar internet a todo el país, sobre todo a zonas marginadas, pero la administración y operación fue desastrosa. Ahora usted y yo vamos a pagar los errores de otros".
Ya en el gobierno de Enrique Peña Nieto, dijo el periodista Darío Celis, fueron los secretarios en ese entonces de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, y de Hacienda, Luis Videgaray Caso, quienes no solo impulsaron a Altán Redes, sino quienes oficialmente les entregaron la concesión.
"Desde un principio Altán Redes registró pérdidas, sin cumplir con lo pactado, pero funcionarios panistas y priistas no cesaron en pedir el aval de bancos internacionales para que no perdiera liquidez".
Darío Celis mencionó que "el plan de negocios no funcionó, no fue atractiva la Red compartida para las empresas de telefonía privadas y no se subieron a la Red, Altán no vendía sus servicios, le costaba mucho trabajo vender sus servicios tenía un equipo gerencial altamente costoso".
Pocas nueces
De acuerdo con Altán, la Red Compartida da brinda cobertura nacional a más del 70.97% de la población, a través de infraestructura propia 4.5G y al resto del país de manera compartida por medio de otras redes disponibles.
Tiene presencia en 87 Pueblos Mágicos, alguno de ellos están en Creel, Chihuahua; Taxco, Guerrero, y Candela, Coahuila; tiene una cobertura social en 108,106 localidades con menos de 5,000 habitantes. Altán Redes logró abonar un millón de usuarios en los primeros cinco meses del 2022, con lo que ya suma un total de 6 millones.
En marzo pasado, por segunda ocasión, el Instituto Federal de Telecomunicaciones redefinió los criterios de cobertura de la Red Compartida y el tiempo en que debe darles cumplimiento. La primera de estas adecuaciones ocurrió entre octubre y noviembre del 2019, cuando el IFT consintió, que Altán tuviera de plazo hasta el 24 de enero del 2022 para llegar al 70% de la población con su red y no el 24 de enero del 2021, como originalmente fijaba la concesión de Altán Redes.
Altán logró ese primer hito en enero pasado, después de que en diciembre del 2021 había anunciado formalmente una cobertura poblacional del 69.59% a través de red propia con tecnología 4.5G. Para enero del 2022, Altán llegó al 70% de la población, traducido ello como 78 millones de mexicanos alcanzados con su red.
Se encienden los ánimos
El ex presidente de la extinta Cofetel, Mony De Swaan dijo a través de su cuenta de Twitter:
"Que delgado de piel Manuel. Tu columna —calca de una entrevista a Salinas Pliego, un reportaje de Alatorre y dos columnas previas— habla de incompetencia, desvíos y robo, pero te ofende que alguien cuestione su originalidad y el poco rigor".
Ante esto, el empresario Ricardo Salinas Pliego le respondió:
¿Otra empresa estatal?
Altán Redes, encargada del proyecto de la Red Compartida, de acuerdo con Expansión, aseguró que la inyección de capital no implica que se convierta en una firma estatal, pues se mantiene como una asociación Público-Privada, pero sí resalta la importancia de la sinergia y cooperación entre el sector privado y el gobierno de México, en temas estratégicos del país.
Apenas el pasado 7 de junio, Bernardo Sepúlveda Amor dejó su cargo como Presidente del Consejo de Administración de la compañía como parte de los cambios que la empresa hizo en la víspera de la nueva inyección de capital.
La empresa dijo que los recursos obtenidos, a través de un crédito DIP (Debtor in Possession, por sus siglas en inglés), le permitirán "garantizar la continuidad y seguridad en las operaciones y servicios de la empresa", así como continuar con el despliegue de la Red Compartida.
La banca mexicana de desarrollo, los accionistas, socios estratégicos y el equipo de Altán Redes que forman parte del consorcio llegaron a un acuerdo de financiamiento que permitirá acceder a un crédito por 388.1 millones de dólares.
En un comunicado de la empresa se informó que la estructura del financiamiento incluye a la banca mexicana de desarrolló, que otorgó un crédito por 161 millones de dólares, es decir, el 41% de los recursos. El 59% restante se dio con la participación de proveedores (166.6 millones de dólares), accionistas que aportaron 50.5 millones y clientes, que sumaron otros 10 millones.
Al respecto, Michel Hernández, director de Observatel dijo que es "fundamental conocer el grado de intervención que tendrá el Estado en Altán... podría tener implicaciones que van más allá de un financiamiento".
Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI) dijo a La Silla Rota que la Red Compartida y Altán demostró que no funcionaron y el "rescate" del gobierno es una segunda oportunidad tanto para la Red Compartida como para el proyecto prioritario de la 4T, Internet para todos.
"En su momento, funcionarios como Mony de Swaan, defendieron el proyecto que desde entonces se dijo que no iba a funcionar, usaron recursos públicos y engañaron porque claramente no dieron resultado", dijo.
El experto destacó que la reestructuración incluso puede ser una buena opción, pensando en una futura venta de la empresa.
Del proyecto Internet para Todos, dijo que "así como se planteó desde el inicio no hay viabilidad, pero el gobierno han comenzado a hacer inversiones más interesantes e intensivas, ha entendido que debe dar recursos suficientes para dar conectividad social, y sería mejor una alianza con la Iniciativa Privada de telecomunicaciones. A eso, hay que sumar la posibilidad de que el proyecto se extienda por 8 años más, considerando que el partido en el gobierno (Morena) podría ganar las elecciones en el 2024.