Mérida, Yucatán, a 28 de julio de 2022. Uno de los tres
perritos “sagrados” que fueron rescatados en montes aledaños a la zona arqueológica
de Chichén Itzá ya tiene familia y hogar dignos, gracias a que fue adoptado por
el maestro Abraham Morales Zea, quien vive por el rumbo de San Antonio Kaua, en
esta capital yucateca.
De sobrevivir en el monte ahora tendrá una casa con todos
los cuidados y atención.
De manera que siguen disponibles dos perritos, una hembra y
un macho, ambos de color negro. El perrito que se entregó es blanco con pintas
negras.
El animalito se entregó luego de que la asociación Perpólis,
que está a cargo de Lourdes Durán, investigó que estaban dadas las condiciones para
la adopción. Lo que se pide fundamentalmente es que la casa tenga barda, haya
un espacio adecuado y, por supuesto, el compromiso de dar continuidad a sus
vacunas.
-Desde luego que lo vamos a querer y cuidar como debe de ser
-ofreció el maestro Morales Zea.
Cabe mencionar que mucha gente ha solicitado la adopción de
los otros dos perritos, pero lamentablemente no cumplieron con los requisitos,
a juicio de Perpópolis y Cinco Patas, que representa Azalia May.
Otros más que sí aplicaron para la adopción se desistieron
porque en esta ocasión, los perritos se enfermaron por el cambio de alimento, pues
al ser silvestres comían animales y restos de comida, y al darles croquetas
tuvieron diarrea y fue necesario ingresarlos de nuevo con el veterinario.
Sobre este punto, el C.P. Mauricio Díaz Montalvo, recalcó
que la idea es que los “lomitos” se entreguen completamente sanos,
desparasitados y al menos con una vacuna, como se ha hecho en todos los casos.
¿Cómo llegaron los perritos tras su rescate de Chichén?
Como ocurrió en las ocasiones anteriores, los animalitos fueron
recibidos por el veterinario Antonio Ríos, de Planned Pethood, infestados de
parásitos, así como de pulgas y garrapatas. De manera que la atención de los
canes incluye bañado, desparasitación. También se les esteriliza pone su
primera vacuna cuando son adoptables, y cuando son ferales y por tanto no pueden
convivir con personas, se les pone la antirrábica porque serán devueltos a su
hábitat como sucedió con el primer perrito que fue rescatado en febrero pasado.
Se recuerda que los animalitos ferales son regresados a su hábitat
donde fueron rescatados pues ayudan a un equilibrio, ya que ellos, al tener ya
marcado su territorio impiden que otros canes entren y además ya están adaptados
al espacio correspondiente.