Con sólo 35 años de edad, Indira Vizcaíno Silva logró quitarle uno de los bastiones de mayor importancia al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones de 2021, cuando se convirtió en la nueva gobernadora de Colima de la mano de Morena.
Aunque nacida en Tijuana, Indira Vizcaíno se mudó a Colima para estudiar la universidad sin pensar que más tarde sería la segunda gobernadora mujer, sólo detrás de Griselda Álvarez Ponce de León que logró primero la hazaña en 1979 y no sólo a nivel local sino también nacional.
Durante los primeros ocho meses al mando de la entidad, Vizcaíno Silva ha tenido que enfrentar diversos retos como la reactivación de una de las joyas turísticas de México tras el brote de coronavirus, pero también el repunte de otra pandemia: la inseguridad.
Silenciada en parte por el ruido de las balas de sus vecinos, Jalisco y Michoacán, la actividad delictiva en Colima ha comenzado a ser uno de los focos rojos a nivel nacional.
Según las cifras de Incidencia Delictiva del Fuero Común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), sólo en los primeros cinco meses del 2022 la entidad registró 323 homicidios dolosos, aunado a otros que van al alza como el secuestro, el abuso sexual, el robo, delitos contra la familia, narcomenudeo, entre otros.
Ante lo incontrolable de la situación, destaca que esta no es la primera vez que la exdiputada federal asume un cargo de magnitud, pues además de ocupar un escaño en el Congreso en el 2009 y luego en el 2018, también fungió como presidenta municipal de Cuauhtémoc del 2012 al 2015.
Pese al ruido que podría generar este estado, lo cierto es que la mandataria no es, hasta el momento, un personaje de la política que roba reflectores en comparación de sus homólogos; sin embargo, la trayectoria que trae consigo con apenas tres décadas y un lustro de vida podría convertirla en una pieza trascendental no sólo en el rumbo que está tomando la entidad, sino también para el presidente Andrés Manuel López Obrador, de quien es cercana.
Infobae México realiza una serie de textos sobre “la riqueza de los gobernadores” en donde se hace una revisión a las declaraciones patrimoniales de las figuras que actualmente dirigen la política a nivel estatal.
Cobro pendiente
De acuerdo con la información de la declaración patrimonial de Indira Vizcaíno presentada el pasado 4 de mayo, la funcionaria reveló que del 1 de enero de 2021 al 31 de diciembre del mismo año tuvo ingresos por 396 mil 115 pesos mexicanos.
De este total, 216 mil 527 pesos fueron por su cargo público, mientras que 179 mil 588 pesos fueron de “otros ingresos” que no fueron especificados.
En el documento, disponible a través de la página del gobierno estatal, la licenciada en Derecho por la Universidad de Colima omitió su información sobre ganancias por actividad industrial, comercial o empresarial o bien por servicios profesionales.
La morenista negó generar dinero por fondos, valores bursátiles, seguros, enajenación de bienes, entre otros.
En la declaración también destaca una acotación sobre un cobro por “percepciones pendientes de pago del ejercicio de 2020 en el servicio público federal” equivalente a 179 mil 588 pesos.
Un cargo, un inmueble
Al analizar la información sobre sus bienes inmuebles, se sabe que la entonces perredista adquirió en el año 2011, cuando tenía 24 años de edad y era diputada, un terreno de 637 metros cuadrados por un valor de 396 mil 165 pesos, mismo que pagó a crédito.
La segunda compra la realizó el 10 de abril de 2017, un mes después de haber salido de la Secretaría de Desarrollo Social de la entidad. Adquirió un terreno de 275 metros cuadrados por el que pagó 600 mil pesos a través de un crédito.
Finalmente, el 23 de julio de 2019 —mientras se desempeñaba como Coordinadora Estatal de los Programas de Desarrollo de Colima— compró un departamento de 111 metros cuadrados que le costó 3 millones de pesos y que pagó a crédito.
Sin embargo, al revisar su historial de adeudos o pasivos la funcionaria apuntó dos: el primero, un adeudo de una tarjeta de crédito de BBVA que contrajo en el 2010 por un monto original de 10 mil pesos; y la segunda, un adeudo de 2015 de una tarjeta de crédito de Santander por un monto original de cero pesos.
Por otro lado, Vizcaíno poseía hasta el año pasado cuatro cuentas de ahorro en los bancos Santander, Banorte y dos en BBVA.
La gobernadora negó tener préstamo o comodato por terceros; participación en empresas, sociedades o asociaciones; apoyos o beneficios públicos, beneficios privados o fideicomisos.
Sus vehículos
En el 2021, la tijuanense tenía al menos tres vehículos que juntos suman un valor de 1 millón 55 mil 990 pesos.
La compra más antigua la hizo el 18 de mayo de 2015 cuando pagó 310 mil pesos por un Volkswagen Jetta del año y que pagó a crédito.
Cuatro años más tarde, en el 2019, se hizo de otra camioneta, un Volkswagen Teramont por el que pagó a crédito 705 mil 990.
Finalmente, su última adquisición fue un Volkswagen Beetle Vocho modelo 1990 que compró al contado por 40 mil pesos.
