Aunque tenemos la idea de que la herencia se recibe después de la apertura del testamento, es decir, cuando una persona fallece, lo cierto es que existen otro tipo de herencias que se están haciendo muy populares. Una de ellas es la herencia en vida, que se trata de una donación del patrimonio en vida en lugar de esperar a hacerlo de la forma tradicional, es decir, haciendo un testamento y dejando una herencia. Es cierto que esta última sigue siendo la más habitual, según certifican desde el Instituto Nacional de Estadística (INE) del pasado año 2021, ya que se heredaron 198.939 inmuebles. No obstante, se habla de un total de 25.062 inmuebles donados, la cifra récord desde que se iniciaron los registros en 2008.
Aún así, ya sea a través de una herencia en vida o de una herencia a través de testamento (o sin testamento), se debe hacer frente al impuesto de sucesiones y donaciones, al igual que al impuesto de plusvalías y al impuesto sobre la renta de las personas físicas. No obstante, debido al precio de la vivienda, son muchos los familiares que deciden hacer una ‘donación’ en vida para hacer frente a los gastos ocasionados por la compra de una vivienda. En este caso, la donación de dinero puede tener menos impacto fiscal que una donación de vivienda, ya que solo se deberá satisfacer el impuesto de donaciones, siempre y cuando no se superen los límites bonificados.
No obstante, la última palabra de los criterios fiscales la tienen las autonomías ya que cada cual se rige bajo un criterio específico. No hay ninguna ley general que establezca lo que se debe hacer en todos los casos.
La herencia en vida tiene un efecto inmediato
La donación o herencia en vida tiene un efecto inmediato ya que no es necesario esperar a que se produzca el fallecimiento del actual propietario del patrimonio. Además, el donante puede imponer una serie de condiciones para la aplicación de la donación que se podrá cancelar en caso de que no se haya cumplido. Es decir, esta es una operación reversible en caso de que no se cumplan las condiciones impuestas.
A pesar de que tenga esta gran ventaja, dependiendo de la autonomía será mejor heredar que recibir una donación ya que no tributa la posible ganancia del patrimonio. Igualmente, con el impuesto de sucesiones ocurre algo muy parecido. En el caso de recibir una herencia se puede beneficiar de un 95% de reducción del valor del inmueble, algo que no ocurre con la donación.
En lo que se refiere al impuesto de plusvalías, la cuestión está en manos de la normativa municipal. Si no está regulado, será indiferente recibir una herencia o una donación. Pero sí lo está, será mucho más favorable optar por una herencia.
La donación es reversible
Tal y como hemos comentado, las donaciones en vida son reversibles. ¿Qué quiere decir esto? Pues que si no se cumplen las condiciones del contrato, la persona que ha realizado la donación podría exigirla nuevamente la ver que no se le está dando el uso que se esperaba.
Es por eso por lo que, a la hora de hacer una donación, se enumeran una serie de condiciones que deben estar muy claras y que se deben respetar en todo momento.