La policía de San Francisco detuvo a Collier Gwin, el dueño de una galería que fue grabado en video echando agua con una manguera a una mujer sin hogar después de que, según él, se negara a moverse de una acera que estaba limpiando.
Gwin será acusado de delito menor de lesiones “por el presunto rociado intencionado e ilegal de agua sobre y alrededor de una mujer sin hogar” el 9 de enero, dijo la fiscal Brooke Jenkins en un comunicado emitido después de haber revisado las pruebas del Departamento de Policía de San Francisco, informó el diario San Francisco Chronicle. La detención ocurrió el miércoles.
“La presunta agresión a un miembro sin hogar de nuestra comunidad es completamente inaceptable”, continuó Jenkins. “El señor Gwin se enfrentará a las consecuencias apropiadas por sus acciones”.
Gwin fue detenido sobre las 15:30, hora local, en su galería o cerca de ella. Si es declarado culpable, Gwin se enfrenta a hasta seis meses de cárcel del condado y una multa de 2 mil dólares (38 mil pesos mexicanos).
Luego de que el video se hiciera viral, la galería Foster Gwin fue vandalizada. La pueta fue destrozada y tapiada. La fiscal aludió a este hecho, que calificó de “inaceptable”. “Esto debe terminar”, añadió.
Responsable se disculpa, pero no se arrepiente
El martes pasado, Gwin se disculpó y se comprometió a enmendar su conducta. Sin embargo, días atrás afirmó que no se arrepentía, pues intentó varias veces, y de distintas maneras, convencer a la mujer de que se fuera de allí.
En la grabación, que en pocas horas acumuló más de 8 millones de vistas, Gwin le grita a la mujer: “¡Muévete! ¡Muévete! ¿Te vas a mover?”, mientras la rociaba con agua porque estaba sentada en la acera.
En su momento, el Chronicle habló con Gwin, quien explicó le dijo a la mujer: “Tienes que moverte, no puedo limpiar la calle, muévete hacia abajo. Empieza a gritar cosas espantosas, a escupir, a gritarme… en ese momento estaba tan fuera de control… La rocié con la manguera y le dije muévete, muévete. Te ayudaré”.
Gwin describió a la mujer como “sicótica” y aseguró que él se había portado como “un campeón” al tratar de ayudarla dejándola dormir en su entrada durante varios días, llamando a los servicios sociales y comunicándose con los oficiales de policía en un intento por obtener ayuda para ella. La situación no mejoró, indicó.
La mujer se negó a abandonar el área y, según la narración de Gwin, es agresiva. “Sabes, rociarla no es la solución, pero rociarla fue algo que la despertó y la calmó”, dijo. “Entonces… ¿lo siento? Solo lamento que... mi manera de ayudarla incontablemente no haya logrado nada”, dijo al Chronicle.
