ha estado muy activo en términos futbolísticos. El propietario de Mazatlán ha vertido diversos comentarios en redes sociales sobre el futbol mexicano, un tema sobre el que conoce bastante, pues lleva 26 años en esa industria, aunque no necesariamente con éxito: apenas ha conseguido un titulo en todo este tiempo y fue en el lejano año 2000. Pero eso no ha impedido que el empresario haga todo para darle ánimos a su actual equipo, 'Los Cañoneros', que actualmente marchan en el último lugar de la tabla: en ocho partidos, han perdido en siete ocasiones y apenas tienen un empate.
La semana pasada, el equipo porteño perdió ante los Pumas 2-1 en casa. Ese partido estuvo antecedido por un peculiar momento: Salinas Pliego visitó en el vestidor a los jugadores y ejecutó una apuesta que compartió con todo el mundo vía Twitter. "Yo estoy seguro de que ustedes tienen lo necesario para salir adelante. Vamos a hacer una apuesta. Si pierden me van a regalar 30 mil dólares para comprar dos carritos de golf, lo voy a descontar de su nómina, pero si ganan yo les voy a pagar 300 mil, para que valga la pena el viaje. ¿No?”, soltó el magnate.
Mazatlán perdió y Salinas Pliego compartió que la apuesta sería pagada: subió fotos de los carros que le debían pagar los futbolistas. El asunto, en general, despertó muchas críticas. Pero más allá de los debates sobre moral, lo cierto es que lo hecho por Salinas Pliego infringe las reglas de la propia FIFA, que en su Código de Ética, artículo 26, habla sobre "implicación en apuestas, juegos de azar y actividades similares".
"Todos los oficiales, árbitros y futbolistas, así como los intermediarios y organizadores de partidos, están sujetos al Código Ético de la FIFA de la manera siguiente: Tienen prohibido participar en apuestas, juegos de azar, loterías o actividades y transacciones similares, de forma directa o indirecta, que estén relacionados con los partidos de fútbol o cualquier otra actividad vinculada con el balompié. De conformidad con el art. 26 del Código de Ética de la FIFA, los siguientes comportamientos pueden estar sujetos a una investigación de integridad que podría derivar en una multa de mínima de 100 000 CHF y una inhabilitación de un máximo de tres años para ejercer actividades relacionadas con el fútbol", establece el organismo sobre las apuestas en el futbol. Las sanciones pueden varias, pero tienen como base una multa de 100 mil francos suizos, aproximadamente 1 millón 923 mil 572 pesos y una suspensión de tres años para ejercer cargos relacionados al futbol.
Este jueves Salinas ha lanzado un nuevo reto al plantel del Mazatlán: les cambia dos carritos de golf por anotar dos goles en su partido contra Cruz Azul. En este caso, no se trata de una apuesta como tal, pues no les está pidiendo dinero o productos a cambio si su rendimiento es malo: más bien es un estímulo si es que consiguen anotar el doblete. Salinas no especificó si con esto queda "perdonado" lo de los carritos que los jugadores acordaron pagarle, pero de cualquiera manera, lo que pasó antes del juego contra Pumas fue una apuesta entre el dueño del equipo y los jugadores, en la que, como dijo el propio empresario, el dinero se descontaría de la nómina de los jugadores.
Desde luego, el mensaje tenía la intención de impulsar a su equipo a ganar, por lo que no se puede hablar de un autosabotaje ni un amaño, pero se realizó una apuesta directa entre propietario y jugadores, y eso está prohibido en el Código de Ética de la FIFA: quedó claro quiénes eran los protagonistas de la apuesta y qué era lo que ponían en juego. Y más todavía: se hizo público. No se trata de que esté bien o mal, de que sea un método válido o inválido; la FIFA lo prohíbe y eso lo dice todo.
