El asesinato es un crimen muy serio y uno de los más castigados por la ley. Cierto es que algunos son más crudos que otros, pero cuando los responsables son menores de edad (algunos de tan solo 10 años), es inevitable sentir escalofríos. Algunos de estos jóvenes mataron a otros niños, así como a adultos e incluso a miembros de su propia familia. Si bien algunos de estos crímenes fueron casos aislados, otros acabaron convirtiéndose en auténticos asesinatos en serie. En esta galería hacemos un repaso de quiénes fueron estos jovencísimos homicidas.
Jesse Pomeroy
Jesse Harding Pomeroy asesinó a por lo menos dos personas, pero se cree que el número de víctimas ascendía a más de nueve. Dos de ellas fueron un niño de 4 años y una niña de 10.
Jesse Pomeroy fue arrestado y juzgado por los asesinatos en 1874 cuando tenía 14 años. Esto hizo que se convirtiese en la persona más joven de Massachusetts (EE. UU.) en ser condenada por asesinato en primer grado. Pomeroy acabó cumpliendo sentencia en la Charlestown State Prison. Murió en el Bridgewater State Hospital con 72 años.
Caril Ann Fugate
Caril Ann Fugate tenía 14 años cuando se convirtió en la cómplice del asesino itinerante Charles Starkweathe en 1958. Fugate sigue siendo una de las criminales más jóvenes de la historia de EE. UU. en ser acusada de asesinato en primer grado.