La temporada de huracanes de 2023 en el Atlántico tendrá al menos 12 tormentas con nombres, de ellas entre 5 y 9 se convertirán en huracanes, y al menos uno podría ser huracán mayor, según anunció este jueves la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, al vaticinar una temporada “casi normal“.
En una conferencia de prensa en su Centro para la Predicción del Tiempo y el Clima, en Maryland, la NOAA predijo que este año la temporada ciclónica en el Atlántico, que comienza el 1 de junio y va hasta el 30 de noviembre, espera entre 12 y 17 tormentas con nombre.
Este año, “esperamos un 40 por ciento de probabilidad de una temporada casi normal, un 30 por ciento de probabilidades de una temporada por encima de lo normal y un 30 por ciento de probabilidad de una temporada por debajo de lo normal”, dijo en la rueda de prensa Richard W. Spinrad, administrador de la NOAA, con respecto al rango de tormentas esperado.
Este otoño, señaló, se esperan entre 12 y 17 tormentas con nombre con vientos máximos de al menos 39 millas por hora (62 km/h). De éstas, se pronostica que entre 5 y 9 se convertirán en huracanes con vientos máximos de al menos 74 mph (119 km/h).
Esto incluye, advirtió, entre uno y cuatro huracanes que podrían escalar a la categoría de mayor (157 mph- más 252 km/h), según la escala de huracanes de Saffir-Simpson.
Spinrad anunció que en junio próximo la NOAA lanzará un nuevo modelo de observación de huracanes que se convertirá en el “principal” de la agencia federal.
Denominado Sistema de Análisis y Pronóstico de Huracanes, proporciona hasta un 15 % de mejora en los pronósticos de trayectoria e intensidad con respecto a los modelos existentes.
“Tiene como objetivo mejorar el pronóstico para una intensificación rápida”, sostuvo.
Spinrad también anunció que, en julio, la agencia ampliará su “capacidad informática” en un 20 por ciento, una actualización que “nos permitirá ejecutar modelos de pronóstico más complejos y brindar una potencia informática más rápida y eficiente para la predicción operativa, la investigación y el desarrollo”, explicó.
“Otras actualizaciones notables de productos y servicios incluyen este año que el Centro Nacional de Huracanes (NHC, con sede en Miami) amplió sus pronósticos del trópico de 5 a 7 días, recordó.
Por su parte, Don Graves, subsecretario del Departamento de Comercio de EE.UU., recomendó que todos los estadounidenses “que viven en las rutas potenciales de estas tormentas”, incluso alejados de la costa, sigan a la NOAA “para prepararse y determinar su riesgo”.
Solo el año pasado vimos llegar 14 tormentas con nombre, tres de ellas huracanes que azotaron los Estados Unidos, causando daños colectivos por 117 mil millones (de dólares) que se ajustan a la inflación”, detalló Graves.
Mientras, Deanne Criswell, administradora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), dijo que el trabajo de esta agencia no podría realizarse “sin el apoyo de la NOAA, el Centro Nacional de Huracanes, así como los Centros Nacionales para la Protección Ambiental”.
Antes de los vaticinios de la NOAA, investigadores de la Universidad de Colorado (CSU) pronosticaron en abril pasado una temporada de huracanes 2023 ligeramente por debajo del promedio para la cuenca del Atlántico, considerando el fenómeno de El Niño como factor principal.
Aunque de forma oficial la temporada no ha comenzado todavía, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, con sede en Miami, dio a conocer que en los próximos días podría formarse un área de baja presión no tropical frente a la costa sureste de EE.UU.
La entidad señala al mismo tiempo que parece improbable que el sistema se convierta en un ciclón tropical ya que se pronostica que permanecerá frontal mientras se mueve hacia el norte y tierra adentro sobre las Carolinas este fin de semana.
Con información de EFE