En 1963, antes de que el hombre llegara a la Luna, la nave espacial Mercury, salió al espacio exterior con el objetivo de superar el tiempo que los astronautas rusos habían pasado en el espacio. A bordo de la nave estaba el comandante de la Fuerza Aérea Gordon Cooper, quien tenía además la tarea de detectar en la Tierra misiles soviéticos que apuntaran contra Estados Unidos.
En las 22 vueltas a la Tierra que completó la nave espacial Mercury, Cooper observó anomalías en el Mar Caribe y las marcó sobre un mapa. Estas anomalías revelaban la presencia de metales y fuerzas magnéticas, lo que podría ser indicio de antiguos naufragios en la región. Y en donde hay naufragios, hay tesoros.
Tras volver a la Tierra, Cooper realizó un informe para la NASA pero omitió la información de los naufragios. Años después, una vez retirado, Cooper organizó expediciones para buscar los tesoros, y en una alianza con el legendario cazador de tesoros Kip Wagner, encontraron el famoso tesoro español hundido en 1715 frente a las costas de Florida.
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