El 2 de junio de 2020, el medio del espectáculo se conmocionó con la muerte de uno de los actores y comediantes mexicanos más importantes, Héctor Suárez, de 81 años de edad.
La noticia la reveló su hijo, el también actor Héctor Suárez Gomís, quien por medio de sus redes sociales manifestó su dolor y profunda tristeza. Además, agradeció las muestras de cariño recibidas por sus colegas y el público.
Como pocos saben, el actor tuvo cuatro hijos, dos de su primer matrimonio, mientras que los otros dos con su última pareja, provocando una diferencia de edad abismal entre los mismos.
Héctor Suárez Gomís
El comediante se casó con la periodista y presentadora Pepita Gomís, con quien tuvo dos hijos, el primero de ellos fue Héctor Suárez Gomís, quien logró forjar su carrera artística con mérito propio y ha trabajado en cine, teatro, televisión hasta tuvo un breve paso por la música.
Julieta Suárez Gomís
Fruto de su matrimonio con Pepita Gomís, también nació Julieta Suárez Gomís, quien se convirtió en fotógrafa profesional. A través de su cuenta en Instagram, Julieta comparte su trabajo que se enfoca en retratos y paisajismos en los Estados Unidos, país en donde reside desde hace muchos años junto a su esposo y sus dos hijas.
Rodrigo Suárez Calderón
Después de 36 años de estar casado con Pepita, Héctor Suárez volvió a encontrar el amor con Zara Calderón, con quien tuvo dos hijos, quienes eran la mayor preocupación de su padre por sus cortas edades. El primero fue Rodrigo Suárez Gomís, quien a su corta edad se convirtió en creador de contenido fitness, compartiendo su estilo de vida saludable e inspirando a más jóvenes.
Isabella Suárez Calderón
Finalmente, Isabella Suárez Gomís nació cuando el actor tenía 72 años. En entrevista con TVyNovelas en 2019, la estrella mexicana afirmó que quería vivir una década más para disfrutar la niñez y adolescencia de su hija:
“La niña nos sorprendió, no la esperábamos; cuando mi mujer (Zara) me dijo que estaba embarazada, le respondí: ¡No me digas eso, mi amor! Ve la edad que tengo. Sería una irresponsabilidad tener ahorita, a mis 80 años, otro hijo.
No se vale porque no sería justo; no voy a vivir los años que necesita, aunque para mi nena ya me programé, yo quiero verla joven, de unos 18 años y voy a esperarla. Yo voy a morir de orquitis; es decir, voy a morirme hasta que se me hinchen los h…”.