Un boleto de lotería valorado en 12,5 millones de dólares, que prometía cambiar la vida del ganador, se convirtió en el centro de un escándalo cuando un padre y su hija decidieron robarlo de la tienda de un pariente. El suceso ocurrió en Burlington, Canadá, y llevó a cambios importantes en las reglas de la lotería en el país.
Años de prisión y multa de 3,5 millones
Primer caso fraudulento
En 2003, Jun-Chul Chung, de 71 años, y su hija Kathleen, de 39, fueron condenados a prisión por participar en el plan de robo del premio mayor de la lotería en la tienda de su hermano Kenneth, llamada Variety Plus. El padre fue sentenciado a siete años, mientras que su hija recibió una condena de cuatro años. Ambos también fueron multados con 3,5 millones de dólares por su estafa.
Kenneth, quien estaba a cargo de la tienda en cuestión en ese momento, dejó a su padre a cargo de validar los boletos de lotería. Cuando Jun-Chul Chung se dio cuenta de que uno de los boletos era el ganador, decidió robarlo y, en lugar de entregarlo al verdadero ganador, Daniel Campbell, le dio unos boletos perdedores.
El caso que lo cambió todo
Kathleen llevó el boleto ganador al centro de premios para reclamar el premio de 12,5 millones de dólares. Sin embargo, poco tiempo después, la Corporación de Loterías y Juegos de Ontario descubrió que el ganador tenía una relación con el dueño de la tienda, lo que generó sospechas.
Tras una investigación, se descubrió que varias tiendas estaban aprovechándose de los boletos ganadores, lo que llevó a una revisión de las reglas de la lotería en Canadá. La agencia declaró ilegal que los dueños de tiendas compraran boletos en su propio establecimiento o en el de un familiar.
En 2011, después de una larga investigación, el verdadero ganador, Daniel Campbell, finalmente recibió el premio mayor que le correspondía. David expresó su alivio por finalmente cobrar sus ganancias y tomó una decisión sorprendente al dividir el premio con sus compañeros de trabajo.
Demandas de todo tipo
El caso anterior no fue el único en Canadá, ya que otro hombre, Christopher Bates, demandó a sus 24 compañeros de trabajo por excluirlo de un premio de lotería de 50 millones de dólares mientras estaba de vacaciones. Aunque los compañeros argumentaron que la regla del grupo era "no pagas, no juegas", el caso muestra cómo los premios de lotería pueden generar conflictos y controversias.
En definitiva, el robo del boleto de lotería premiado por parte del padre y la hija tuvo un impacto significativo en las reglas de la lotería en Canadá, lo que condujo a una mayor vigilancia y cambios para evitar futuras estafas. Los casos como estos son una muestra de cómo la búsqueda de la fortuna a través de la lotería puede llevar a situaciones complicadas y desafiantes para los involucrados.