A través de un comunicado, el Consejo Nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se manifestó contra las acusaciones del arqueólogo e investigador Fernando Cortés de Brasdefer, quien en días recientes acusó hostigamiento laboral y amenazas de cese por la filtración de una carta en donde da cuenta de la destrucción del patrimonio y anomalías alrededor de las obras del Tren Maya, específicamente en el tramo 7.
El comunicado calificó como “desafortunadas” las declaraciones del arqueólogo, y manifestó su desacuerdo por las afirmaciones de Cortés de Brasdefer sobre la destrucción del patrimonio en la Península de Yucatán.
“El Consejo de Arqueología manifiesta su desacuerdo con estas declaraciones y desaprueba actitudes como la del arqueólogo, que desinforman al público al emitir consideraciones sin fundamentos sobre el trabajo de colegas y profesionistas que desempeñan sus funciones en torno a dicho proyecto”, se puede leer en el comunicado.
El comunicado afirma que las prácticas arqueológicas están reguladas en México, y que es falso que exista destrucción o saqueo de patrimonio arqueológico en el Proyecto de Salvamento de Tren Maya.
“Contrario a lo que el arqueólogo ha expresado en textos, entrevistas y apariciones públicas, la práctica arqueológica en México está regulada; gracias a ello, existen procedimientos académicos y jurídicos sólidos, por lo que resulta falso que exista saqueo o destrucción del patrimonio en el Proyecto de Salvamento Tren Maya pues, precisamente un proyecto de salvamento evita la pérdida de nuestra memoria arqueológica”, ponderó el comunicado.
Por otro lado, el texto emitido afirmó que Cortés de Brasdefer desconoce los procedimientos de un salvamento, ya que “en sus más de cuatro décadas de colaborar en el INAH ha realizado quizá un par de intervenciones de salvamento sin llegar a buenos términos”, afirmó.
También expresó que es falso que Cortés de Brasdefer sea director del sitio arqueológico de Chakanbakán, ya que, afirmó el comunicado, ese puesto no existe desde hace diez años.
“Su trabajo se ha concentrado en Chakanbakán, zona de la que erróneamente se le dice director, pues el cargo no existe, y su proyecto no se encuentra vigente desde hace, por lo menos, una década, aunque sí devengó sumas millonarias con resultados discutibles”.
También se lanzó contra el investigador, ya que se afirmó que el arqueólogo se ha dedicado en otras ocasiones a desacreditar el trabajo de otros arqueólogos, además lo acusó de proporcionar información confidencial a terceros sin autorización.
“El arqueólogo se ha destacado desde hace varios años por desacreditar los trabajos que han impulsado el INAH y sus colaboradores, por lo que ha obtenido amonestaciones verbales en varias ocasiones tras proporcionar a terceros, sin la debida autorización, documentación, datos e información sobre proyectos arqueológicos en curso, lo cual no solo contraviene las Condiciones Generales de Trabajo del INAH”.
Aunado a estas acusaciones, el documento afirmó de falaces las declaraciones del arqueólogo, y enfatizó en que Cortés de Brasdefer ignora los procedimientos alrededor del salvamento arqueológico del Tren Maya.
“Resulta falaz que alguien ajeno al Consejo de Arqueología y que ha demostrado ignorar la actual realidad arqueológica, pueda pronunciarse a la ligera”.
Asimismo, se afirmó que el investigador tiene mala voluntad al nombrar saqueadores a los arqueólogos que trabajan en Tren Maya, y reconocieron a Manuel Eduardo Pérez Rivas y a su equipo por tener “un extenso conocimiento de la región y han implementado tecnología de punta, como el uso de drones, la fotogrametría y equipos de alta resolución”.
Y afirmó que Cortés de Brasdefer consideró mejor juzgar con palabras detrás de un escritorio que con evidencias.
“Cortés de Brasdefer, probablemente, consideró más atractivo juzgar sin argumentos desde la comodidad de su escritorio que demostrar con acciones, y no con palabras, sus intenciones de proteger el patrimonio y no resultar “un traidor a la patria” como él mismo ha calificado a sus compañeros”.
El comunicado finalizó con la afirmación de que el Proyecto de Salvamento del Tren Maya se encuentra vigente y cuenta con todas las normativas requeridas por ley.
“(El proyecto de salvamento de Tren Maya) ha trascendido por el profesionalismo de los investigadores, el uso de tecnología de punta y por los alcances de la investigación esperados a mediano y largo plazo; datos que, sin duda, cambiarán lo que sabemos de la civilización maya y el futuro de la investigación arqueológica en México”, concluyó.