Hace un par de años, Elizabeth Díaz Méndez paso por una difícil situación que le cambiaría la vida, pero sin imaginarlo llegaría un angelito de cuatro patas a alegrarle sus días.
En medio de un camino de terracería y una parcela al sur de Pachuca, se encuentra una pequeña casa de lámina y lonas sujetadas con tabiques de concreto en la que se resguardan ocho perros de raza mestiza.
La mayoría de ellos son de color blanco con machas negras o viceversa, menos el líder de la jauría, Lorenzo, quien es de color café.
Sus nombres del resto son Blanco, Mami, Gordi, Rayito, Rayita, Muñeca y Princesa.
La historia de estos canes se remonta a la pandemia, cuando llegó un perrito viejo llamado Coffee a los terrenos de Real de Toledo, poco a poco fueron llegando más al grado de que se reprodujeron. Al ver que la familia crecía, Elizabeth optó por esterilizarlo, incluso en sus orejas de cada uno se les puede ver que tienen un chip insertado para poder rastrearlos.
Todos los días, sin falta, Elizabeth da alrededor de tres vueltas para verificar que sus peludos amigos se encuentren bien y aprovechar para alimentarlos.
Los perritos se emocionan en cuanto ven llegar a Liz a bordo de su camioneta, enseguida ella baja con croquetas, caldo de pollo con mollejas y algunas galletas que reparte entre todos.
La mujer, quien se dedica al comercio, comentó a El Universal Hidalgo, que es poca la ayuda que recibe por parte de terceros, pues ella quien mayormente provee a los animalitos de cuatro patas. Eso sí, dijo estar bastante agradecida con los amigos y vecinos que la apoyado en su labor animalista.
Mencionó que al mes gasta aproximadamente 2 mil 500 pesos en alimento para perros, por lo que le gustaría que más personas se unieran a la causa para poder ayudar a más animales callejeros.
Hizo énfasis en la adopción de perros de la calle, pues argumentó que las personas solo buscan adoptar canes de raza pura.
Dentro de la casita que Liz acondicionó, se encuentran varias camitas, las cuales ella se las ha ingeniado para que cada peludo tenga la suya. Recalcó que ha llevado cobijas, peluches y artículos de su propia casa para darles una vida los más digna posible a sus adoptados.
En el pasado mes de abril, Díaz Méndez organizó una campaña de esterilización para perros callejeros, la cual cuenta fue toda una aventura y una larga y pesada jornada.
Con ayuda de un veterinario especializado en tratar animales ferales, colocaron pollos rostizados para así atrapar a los perros que pasaron por la colonia Real de Toledo.
Fueron 16 perros los que cayeron en la trampa para ser esterilizados en el módulo que se instaló sobre un terreno cercano al fraccionamiento.
Elizabeth planea continuar con estas acciones, sin embargo tienen un alto costo; y aunque ella hace el mayor esfuerzo por obtener los recursos suficientes, es complicado llegar a la meta.