Cada vez se recrudecen más los ataques al género femenino; el estudio Feminicidios y homicidios intencionales de niñas y adolescentes en México revela que entre 2015 y 2022 se registraron 27 mil 133 asesinatos en acciones que delatan violencia extrema. Foto: Sáshenka Gutiérrez | Archivo EFE En los últimos cinco años se han cometido 334 feminicidios en el país contra niñas y adolescentes menores de 17 años de edad, de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
El organismo civil que dirige Tania Ramírez destaca que 2020 fue el año con más asesinatos de niñas y adolescentes, con 80 casos. Tan sólo en lo que va de 2023 se han registrado 46 feminicidios de niñas y adolescentes, cuyas vidas han sido apagadas principalmente con arma de fuego, blanca y otros elementos.
Redim destaca también que en 2023 se registra un feminicidio de niñas y mujeres adolescentes en México cada cinco días, mientras que durante 2022 se cometió uno cada tres días.
Señala que si se suman los mil 600 homicidios dolosos de mujeres de 0 a 17 años que han tenido lugar de enero de 2015 a agosto de 2023 a los 717 feminicidios que tuvieron lugar en el mismo periodo, el resultado arroja 2 mil 317 asesinatos de niñas y mujeres adolescentes a nivel nacional de enero de 2015 a agosto de 2023.
“Desde Redim una y otra vez hemos manifestado nuestra preocupación por la situación de las niñas y adolescentes en México. Por ello, seguimos demandando al gobierno federal a cumplir con su deber de garantizar el respeto a los derechos humanos de las mujeres, niñas y adolescentes de manera progresiva”, expresa Ramírez.
Destaca que se piensa que el feminicidio hace referencia solamente a los asesinatos de mujeres mayores de 18 años quedando invisibilizados, silenciados y negados los feminicidios de niñas y adolescentes salvo en los casos que se mediatizan y cimbran a la sociedad.
“El trabajo sistemático y la denuncia pública que han realizado diversas organizaciones civiles, colectivos de mujeres, grupos feministas y académicas, ha permitido empezar a reconocer y tomar conciencia de esta problemática, de la violencia extrema que viven niñas y adolescentes y sus consecuencias manifestadas en los asesinatos feminicidios y homicidios intencionales”, señala.
El estudio Feminicidios y homicidios intencionales de niñas y adolescentes en México, elaborado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado revela que datos oficiales sobre feminicidios y homicidios intencionales publicados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran que entre 2015 y 2022 se produjeron 27 mil 133 asesinatos de mujeres y niñas.
“Estas son cifras por demás preocupantes porque muestran la magnitud que alcanza la violencia extrema contra niñas, adolescentes y mujeres en nuestro país”, señala.
El reporte agrega que de esos asesinatos, 6 mil 689 que representan 25% corresponden a feminicidios. Es decir, 75% fueron registrados como homicidios intencionales. Lo que se traduce, en que sólo uno de cada cinco crímenes cometidos contra niñas, adolescente y mujeres se clasificaron e investigaron como feminicidios.
Precisa que de 2015 a 2022 se abrieron 670 carpetas de investigación de feminicidios de niñas y adolescentes menores de 18 años.
El análisis realizado por el IBD destaca un incremento de 90% en los asesinatos por razones de género de niñas y adolescentes, al pasar de 90 en 2015 a 95 en 2022.
“Los años más violentos para las niñas y adolescentes corresponden a 2020 y 2021, ya que en plena pandemia de Covid-19 por lo menos 115 niñas y 111 adolescentes menores de 18 años fueron asesinadas por razones de género, en muchos casos por alguien de su propia de su familia y/o entorno cercano (tío, hermano, padre, padrastro, vecino y/o conocido)”, cita el estudio.
Indica que los datos del SESNSP “permiten identificar que 64.6% de los feminicidios de niñas y adolescentes menores de 18 años que se registraron entre 2015-2022 se utilizó un elemento distinto a una arma blanca o arma de fuego, es decir, fueron asesinadas con gran crueldad y con la intención de prolongar el dolor, como golpes, estrangulamientos, asfixia, envenenamiento, entre otros”.
Para el coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, Juan Martín Pérez García, la naturalización de la violencia feminicida contra niñas, adolescentes y mujeres impide percibirla y denunciarla como delito, generándose mecanismos sociales para convivir con esta violencia incorporada dentro de las normas sociales y culturales de género.
“El feminicidio de niñas y adolescentes representa 10% de los casos documentados en el país. Lamentablemente, este es un problema que está invisibilizado por la cultura adultocéntrica que nos hace suponer que este delito sólo ocurre con mujeres adultas, pero particularmente en la edad adolescente es donde se tiene un registro importante de maltrato infantil. Porque es el momento en el que se busca establecer con fuerza y violencia el rol de género. Y esto llega a justificar el maltrato, incluso el feminicidio”, refiere. (El Universal)