Las fuertes lluvias en el estado de Río de Janeiro han matado a al menos siete personas, informaron el sábado las autoridades, y una niña de cuatro años fue rescatada tras pasar más de 16 horas bajo el lodo.
La niña fue rescatada viva en Petrópolis, ciudad a 69 kilómetros (43 millas) al norte de Río. Los equipos de rescate tuvieron que suspender las tareas la noche del viernes por el riesgo de nuevos derrumbes en la región.
El padre de la niña murió cuando su casa fue arrasada. Ella sobrevivió porque él la protegió con su cuerpo, explicaron miembros del equipo de rescate. Tres personas más murieron en el mismo lugar.
“Mi hijo era un guerrero, se quedó todo el tiempo ahí y salvo a su hijita”, dijo a la prensa Roberto Napoleão, abuelo de la niña. “No es posible imaginar lo que es perder a un hijo. Duele tanto”.
Los alcaldes del estado y el gobernador Claudio Castro habían alertado desde el jueves a la población sobre posibles problemas para el fin de semana.
Los bomberos han tenido dificultades para llegar a las personas damnificadas por las fuertes lluvias; muchas de ellas son residentes de áreas que han estado en riesgo desde hace mucho tiempo. En los esfuerzos de rescate también se usaron perros rastreadores. Se han rescatado a casi 100 personas, dijeron las autoridades.
Las autoridades de Teresópolis, cerca de Petrópolis, indicaron que una persona aún se encontraba extraviada tras las fuertes lluvias.
Los meteorólogos señalan que los aguaceros torrenciales que cayeron sobre el estado de Río se trasladan hacia el estado vecino de Espirito Santo.
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