José Francisco, conocido por sus familiares y amigos como Paquito, murió el pasado sábado tras caer del techo de una bodega de 10 metros cuando perseguía un balón de futbol en Monterrey, Nuevo Léon. El menor alcanzó a decir sus últimas palabras antes de morir.
Paquito cursaba el tercer años de secundaria y aunque no le apasionaba el futbol, disfrutaba jugar con sus primos, quienes el sábado pasado lo invitaron a jugar, pero de un instante a otro la diversión se convirtió en tragedia cuando el balón con el que jugaban, -que era un regalo que un primo había recibido-, cayó en el techo de una bodega ubicada en la calle Perall en la colonia Moderna, por lo que el menor de 14 años se sintió comprometido en ir por la pelota, ya que él la había "volado".
José se subió a la casa de unos vecinos que quedaba justamente detrás de la bodega donde se encontraba el balón. Tras llegar al techo de la bodega, hecho de láminas metálicas con excepción del tragaluz, el cual era de "plástico y fue un pedazo que al parecer no estaba bien puesto, y ahí fue donde el piso y cayó”.
"Estaba jugando Paco con los niños, estaban jugando futbol y se voló el balón para la bodega, entonces al querer ir por el balón se fue a la casa de uno de los vecinos que daba con la bodega y se pasó al techo, todas las láminas son metálicas, pero justo el tragaluz es de plástico y fue un pedazo que al parecer no estaba bien puesto, y ahí fue donde el piso y cayó”, compartió Cassandra Rodríguez, tía del menor, durante una entrevista con Milenio.
Rodríguez mencionó que su sobrino alcanzó a pedir ayuda y que sus últimas palabras fueron “mamá, aquí estoy” y después de eso ya no escucharon nada.
"Si alcanzó a pedir auxilio, mi cuñada estuvo gritándole constantemente, pero fue poco el tiempo y ya no respondió, entonces marcamos al 911 y pasó todo lo demás, llegaron ellos y confirmaron que ya no estaba con vida. La vecina dice que ella escuchó que gritó dos veces auxilio y mi hermano también lo escuchó y Sara, su mamá, dice que alcanzó a decirle “mamá, aquí estoy”. Fue lo último que escucharon de él, porque realmente cuando pasó yo estaba en el patio y cuando yo salí, ya habían pasado 10 minutos del accidente, creo que eso fue lo último que alcanzó a decir Paquito, ya no volvieron a escuchar su voz después de eso”.
Cassandra recordó que Paquito, quien cursaba el tercer año de secundaria, siempre fue un niño muy travieso pero noble, alegre y con un corazón enorme.
Era muy, muy alegre, un niño muy noble con un corazón enorme, la verdad es que es algo que nos duele muchísimo. Siempre fue muy travieso y siempre fue muy juguetón y le gustaba muchísimo venir aquí a jugar con sus primos, justamente ayer mi cuñada me decía que no quería venir, pero él insistía en venir a jugar y cenar con su abuelita, era muy buen niño, siempre sonriendo, era muy apegado a su mamá, eso es lo que puedo decir de Paquito. No era tan apasionado del fútbol, pero sí de los videojuegos, eramucho de ver películas, era algo que compartía con sus primos, yo creo que por eso le gustaba muchísimo estar con ellos”, señaló la tía de Paquito.