En 2010, Edgar Oceransky decidió tatuarse un ave fénix, símbolo de la muerte y el renacimiento. Sin embargo, lo que no imaginaba era que este tatuaje casi le costaría la vida. Un virus extraño llamado coxsackie b5 entró en su organismo a través de la herida del tatuaje y le provocó una grave infección que afectó su corazón, pulmones y riñones.
Lo que comenzó como una simple gripe se convirtió en una pesadilla en cuestión de horas. Oceransky fue internado de urgencia y, debido a la gravedad de su estado, tuvo que ser inducido al coma.
Los médicos inicialmente creyeron que se trataba de un infarto, pero las fallas en sus órganos y la neumonía que presentaba revelaron la verdadera causa de su condición.
Un virus que ataca a los niños y es mortal en adultos
El virus coxsackie b5, generalmente inofensivo en niños y que causa síntomas similares a la gripe, puede ser mortal en adultos. En el caso de Oceransky, se cree que contrajo el virus de un niño en el bautizo de su sobrino, justo antes de hacerse el tatuaje.
Afortunadamente, Oceransky logró superar la infección y salir del coma. Esta experiencia lo marcó profundamente y le hizo valorar aún más la vida. En la actualidad, el cantante lleva una vida sana y continúa con su exitosa carrera musical.