Un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revela una disminución significativa en la tasa de fecundidad en México, un reflejo de una tendencia global. Según el estudio, en 1960 las mujeres mexicanas tenían un promedio de seis hijos, mientras que en 2021 este promedio se redujo a uno.
La OCDE señaló que la tasa de fertilidad total ha disminuido a la mitad, de un promedio de 3.3 hijos por mujer en 1960 a 1.5 en 2022, situándose por debajo del nivel de reemplazo de 2.1 hijos por mujer. Este cambio está presente no solo en México, sino también en otros países como Francia, Estados Unidos, Australia, Costa Rica, Reino Unido, Alemania, Noruega, Canadá, Grecia, Japón, Italia, España y Corea del Sur.
Los factores que influyen en esta disminución son variados y complejos:
Acceso a la anticoncepción: Mayor disponibilidad de métodos anticonceptivos.
Educación y empleo: Las mujeres tienden a postergar la maternidad para establecerse en el mercado laboral.
Costos económicos: El aumento de los costos de crianza y vivienda.
Cambios sociales: Actitudes cambiantes hacia la paternidad y una mayor aceptación social de no tener hijos.
El informe destaca un cambio en las tendencias de fertilidad específicas por edad. Desde el año 2000, las tasas de fertilidad han disminuido entre las mujeres menores de 30 años y han aumentado entre las mayores de esa edad. En los últimos años, la tasa de fertilidad de mujeres de 40 a 44 años ha superado la tasa de nacimientos entre adolescentes en varios países de la OCDE.
En países como Dinamarca, Corea del Sur, Países Bajos, Noruega y Suiza, la tasa de fecundidad adolescente ha disminuido a menos de dos nacimientos por cada mil personas. En contraste, Colombia y México aún registran tasas altas, del 50%.
La OCDE advirtió que el envejecimiento de la población tendrá un impacto significativo en la economía y la estructura social. A medida que la población envejece, se espera un aumento en los gastos gubernamentales en pensiones y servicios de salud, junto a una posible disminución de los ingresos públicos debido a una menor población en edad de trabajar.
Recomendaciones de la OCDE ante reducción de fecundidad
Para abordar estas preocupaciones, la OCDE sugiere:
Promover la igualdad de género: Fomentar una distribución más equitativa del trabajo y la crianza de los hijos.
Políticas familiares de apoyo: Facilitar la conciliación del trabajo y la vida familiar.
Control de costos de vivienda: Implementar políticas para reducir el costo de la vivienda, un factor crucial en la decisión de tener hijos.