La escalada de violencia entre cárteles mexicanos ha traspasado las fronteras, algo que las autoridades guatemaltecas habían advertido desde hace más de un año finalmente sucedió: la semana pasada, un grupo de civiles armados instaló un narco retén en el poblado de Santa Eulalia, departamento de Huehuetenango, una zona colindante con México.
Este es el primer incidente confirmado en el que cárteles mexicanos establecen un punto de control en territorio guatemalteco. Según fuentes del Ejército de Guatemala, los criminales instalaron el retén a plena luz del día, revisando vehículos y personas que transitaban por la zona, lo que evidencia una expansión de su influencia hacia este país. Aunque aún no se ha determinado con certeza a qué organización pertenecen, se sospecha que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) está detrás de este avance, informó el portal Milenio.
Disputa entre el CJNG y el CDS
Huehuetenango se encuentra a poco más de 100 kilómetros de Frontera Comalapa, en Chiapas, un punto crítico en la disputa territorial entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa. Esta lucha ha generado un clima de violencia extrema en la región, empujando a los grupos criminales a buscar nuevos territorios en los que expandir sus operaciones.
Las autoridades de Guatemala ya habían advertido sobre esta amenaza desde 2023, cuando circuló un informe de inteligencia que alertaba sobre los planes del CJNG de ingresar al país a través de la frontera con México, específicamente en municipios estratégicos como Nentón, Santa Ana Huista y Mesilla.
Para frenar esta posible invasión, en septiembre de 2023, el Ejército de Guatemala desplegó 5 mil efectivos, entre ellos los temidos Kaibiles, como parte de un operativo conocido como “Cinturón de Fuego” en la frontera con México. A pesar de estos esfuerzos, el incidente en Santa Eulalia ha dejado claro que los criminales han logrado sortear las medidas de seguridad.
Refugio de desplazados y nuevas amenazas
La violencia que azota la frontera entre Chiapas y Guatemala ha obligado a más de 600 personas a buscar refugio en Huehuetenango, huyendo de los enfrentamientos armados entre cárteles. Esta situación ha agravado la crisis en la región, ya que el flujo de desplazados ha puesto una mayor presión sobre las comunidades locales, que ahora deben enfrentar la presencia de grupos armados en su territorio.
El gobierno guatemalteco ha reforzado la vigilancia en los municipios más vulnerables y envió una unidad especial de la Base de Operaciones para Montaña a la zona, con el objetivo de disuadir cualquier nueva actividad criminal. No obstante, la expansión de los cárteles mexicanos en el país sigue siendo una amenaza latente.
CJNG y su presencia en Guatemala
El CJNG ha sido vinculado a otros incidentes recientes en Guatemala. En enero de 2024, miembros de esta organización abrieron fuego contra soldados guatemaltecos en el cruce fronterizo de Cantón Chehuate, en el departamento de San Marcos, lo que desató un enfrentamiento armado. Tras el tiroteo, dos personas de nacionalidad mexicana fueron detenidas en una casa de seguridad ubicada en Motozintla, Chiapas.
La influencia del CJNG también se ha dejado ver en otras zonas del país. Durante un recorrido reciente por Guatemala, se encontraron pintas del cártel en varias fincas cercanas a la ciudad turística de Antigua, lo que confirma su presencia en territorio guatemalteco.
Además, las autoridades locales han identificado a otros grupos criminales ligados a cárteles mexicanos, como “Los Ponchos”, quienes, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, están asociados con el Cártel de Sinaloa para el tráfico de drogas entre Guatemala y Estados Unidos.