Alrededor de 76.9% de estudiantes de secundaria ha reportado haber sido víctima de golpes, mientras que 95.9% señalaron que los han insultado y un 88.2% son objeto de burlas, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), quien detectó que dentro del sistema educativo nacional en ese nivel educativo, se presentan las mayores expresiones de violencia escolar entre estudiantes.
En la “Encuesta sobre acoso escolar entre estudiantes de educación secundaria”, Mejoredu explica que la violencia escolar se concibe como el “uso deliberado de la fuerza física o el poder ya sea como amenaza o de manera efectiva, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, en contra de la voluntad de éstos, que cause o pueda causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos de desarrollo o privaciones, así como daños en sus posesiones, y que ocurra dentro de los límites físicos del plantel o en cualquier otra relación o situación gestada en él”.
Señala que las conductas de agresión que más se repiten entre las y los adolescentes mexicanos, verbales y sociales, podrían pasar inadvertidas y recibir poca atención por parte de los y las docentes.
Destaca que el tipo de servicio en el que más se reportan los comportamientos de acoso escolar es en las secundarias privadas, seguidas de las secundarias técnicas, tanto en acoso recibido como en ejercido. Por el contrario, las telesecundarias tienen menor proporción solo en acoso recibido.
El documento expone que tanto en acoso recibido como en ejercido, las conductas más frecuentes son las agresiones verbales, seguidas de las sociales, y agrega que según estudios, los maestros y maestras están más dispuestos a intervenir ante agresiones físicas en comparación con las verbales o sociales.
La encuesta elaborada por la Mejoredu que dirige Silvia Valle Tépatl, resalta que 70.8% de los alumnos de secundaria consideran que las y los maestros deben intervenir cuando observa o reportan casos de acoso; un 49.2% señaló la importancia de realizar pláticas y talleres sobre el acoso y sus consecuencias, dirigidos a estudiantes; 34.5% señaló que maestros, directivos, prefectos u otro personal de la escuela vigilen los diferentes espacios, y un 30.7% opinaron que se tienen que facilitar los medios para que las y los estudiantes reporten las situaciones de acoso entre ellos, por ejemplo, buzones y denuncias anónimas.
Algunos estudiantes también mencionaron que las y los maestros no se burlen de los estudiantes; que haya psicóloga o psicólogo en la escuela; la elaboración y aplicación justa de un reglamento escolar que considere situaciones de convivencia y establezca sanciones apropiadas para las y los estudiantes que incurran en faltas.
En tanto, las y los docentes, el personal de apoyo y directivo señalaron tres acciones como las más importantes para detener el acoso en su escuela: capacitar al personal docente y directivo sobre el acoso escolar e impartir pláticas y talleres sobre el acoso escolar y sus consecuencias, dirigidos a las y los estudiantes, así como a madres y padres de familia.
EL UNIVERSAL