La población callejera de la Ciudad de México está destinada al olvido y a la fosa común, pues un gran porcentaje de las personas en situación de calle –antes de fallecer– no recibió atención médica y psicológica, lo que refleja la falta de apoyo por parte del Gobierno y de sus cercanos –familia y amigos– para evitar que caigan en el consumo de sustancias nocivas.
Luis Enrique Hernández, director de El Caracol, organización que ayuda a la gente en situación de calle, compartió a Publimetro que la Ciudad de México es la entidad con más muertes en dicho sector, con 158 decesos; de ahí le sigue Puebla con 89, Veracruz con 72, y Jalisco y Oaxaca con 54 cada una.
Informó que tan solo en 2023, hubo un total de 962 personas en situación de calle fallecidos, de estos 783 fueron hombres, 113 mujeres y los restantes menores de edad. De las 962 personas, 832 no fueron reclamadas por algún familiar o conocido, es decir, sus cuerpos son enviados a la fosa común, dejándolos en el olvido.
Debido a que el 91% de personas en situación de calle –antes de morir– no recibió atención médica, Luis Enrique Hernández aseguró que el trabajo de las autoridades capitalinas, sobre todo de la Secretaría de Desarrollo Social (Sibiso) no ha sido suficiente, e incluso dijo que empeora porque el personal de la dependencia llega a violentar a los indigentes, lo que empeora la inclusión de los mismos a la población.
“Durante muchos años el trabajo ha sido, no solamente insuficiente, ha tenido modelos que han violentado a la población de calle (...) basta que se busque Sibiso y población de calle, y van a encontrar videos con personal violentado a la población de calle, los enfoques que se han tenido es de criminalizarlos y eso casi siempre tiene impacto en su vida”.
Luis Enrique Hernández
Expuso que el Gobierno capitalino debe erradicar los ‘operativos de limpieza social’, porque, dijo, lo que hacen es arraigar más a la población de la calle y generar mucha resistencia social; “y las personas generan más resistencia para seguir permaneciendo en el espacio público debido a la violencia del estado”.
Por ello afirmó que es más importante contar con educadores de calle (que implementa El Caracol), mismos que busca por la calle y trabajan con la población callejera de manera directa, amable y amorosa, con respeto para que ellos puedan adquirir confianza y así tengan una vida fuera de las calles, mediante un trabajo y hogar.
¿Cómo beneficiar a la gente de la calle?
El director de El Caracol aseguró que para que las personas en situación de calle se alejen de problema social, debe haber un programa de ‘prevención’ para que los niños y adultos no caigan en dicha vida, “la gente llega a la calle porque va perdiendo sus redes de apoyo, conforme hay un problema que la familia o comunidad no puede resolver, y el estado no tenga las políticas para ayudar, casi siempre terminan en la calle”.
“Por eso creemos que una de las mejores propuestas es, para evitar que lleguen a la calle es la prevención y diseñar programas y estrategias para que todas las personas que tienen problemas de sustancias, se atiendan; que las personas que están teniendo conflicto en el modo laboral o que están teniendo trabajos precarios, puedan mejorar sus trabajos para que les ayude para mantener la vida que es costosa”.
Luis Enrique Hernández
“Con los niños es importante fortalecer las redes familiares de apoyo, inmediatas y extensa, con las tías, abuelas, las familias; y también en la redes comunitarias, porque hay niños que están todo el día enfrentando la vida sin acompañamiento, y así pueden caer en consumo de sustancias, o empiezan a trabajar a corta edad”, agregó.