Una mujer llamada Liz ha causado revuelo en la industria publicitaria. ¿La razón? No existe en la vida real. Se trata de un clon digital creado con inteligencia artificial, diseñado para protagonizar anuncios y campañas de marketing.
Las
marcas que han trabajado con Liz destacan que su imagen es perfecta,
adaptable y libre de polémicas, lo que la convierte en la modelo ideal para
todo tipo de productos. Sin embargo, este avance ha despertado preocupaciones
sobre el futuro de los modelos humanos.
Algunos
expertos en tecnología advierten que la proliferación de avatares digitales
podría reducir las oportunidades laborales en la industria de la moda y la
publicidad. Otros creen que será simplemente una herramienta más dentro del
sector.
Lo cierto
es que Liz no será la única. Varias empresas ya trabajan en la creación de más
modelos virtuales, lo que podría cambiar radicalmente el concepto de belleza en
los medios de comunicación.