Australia. Una pareja ha vivido una experiencia aterradora en un vuelo internacional, al descubrir que un pasajero falleció durante el trayecto y su cuerpo permaneció junto a ellos hasta el aterrizaje.
Según su
testimonio, la aerolínea no tomó medidas para reubicar a los pasajeros cercanos
al fallecido. La pareja asegura que pasó horas sentada junto al cadáver,
lo que generó un fuerte impacto psicológico en ellos.
El caso
ha desatado un debate sobre los protocolos que deben seguir las aerolíneas en
estas situaciones. Algunas compañías cuentan con áreas especiales para estos
casos, pero no todas las aeronaves están preparadas para ello.
Tras la
denuncia pública, la aerolínea en cuestión ha declarado que siguen los
procedimientos establecidos, aunque han prometido revisar sus políticas
para mejorar la experiencia de los pasajeros en situaciones de emergencia.