Noticias de Yucatán
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Me refiero a la nota publicada la semana pasada en el Diario de Yucatán referente a declaraciones de la fiscal general del Estado, Cecilia Rivas Rodríguez, cuando manifiesta haber retomado las investigaciones respecto a cuatro casos sonados de desaparecidos que ocurrieron de 2008 a la fecha.
Como hermana manifiesto mi indignación (misma que comparten mis tres hermanos) por las declaraciones desafortunadas que emitiera la fiscal general; ignoro el motivo de aferrarse a encasillar el secuestro de mi hermano, Dr. Delio Arturo Peniche Manzano, como desaparecido, cuando bien le consta a ella, como a sus antecesores, que existen más de 150 pruebas a lo largo de cinco dolorosos meses, en que estos desalmados se burlaron de nuestra familia, sin que las autoridades hayan podido ubicar, ¿acaso esto no es secuestro?, pruebas que no invento, pues obran en poder de la Fiscalía.
Hasta donde me pude enterar, los otros tres desaparecidos en ningún momento se pidió rescate alguno por ellos, por lo que sí podrían caer en el término de desaparición, pero lo de mi hermano Delio Arturo, de acuerdo con la Real Academia Española, es un secuestro hasta la fecha, o que me demuestren lo contrario. Si “comezón” les ocasiona la palabra “secuestro”, como se lo ocasionó al gobierno soberbio de Ivonne Ortega Pacheco, estamos amolados, porque seguiremos con la mentira como emblema de este nuevo gobierno.
Que retomó los casos, declara la fiscal; no sé si por el sólo hecho de que el 8 de noviembre pasado citaran a mi hermano Alfonso a entrevistarse con el vicefiscal, Lic. Javier Alberto León Escalante, y lo invitaran de nuevo a comparecer, situación que hizo a la brevedad, solicitando en dicha diligencia reabrir por completo el caso, esto le vale a la autoridad en comento llamarle “retomar el caso”, para mí es vacilada, suena a burla y duele, pues de allí para adelante ni una llamada, ninguna entrevista con el elemento asignado, dos meses y medio y nada.
Indigna, lastima también que declare que “los casos que tienen más tiempo, como el de Aguilar Nechar y Peniche Manzano, sea un poco más difícil, por los años transcurridos”, lejos de emitir estas desafortunadas declaraciones debería hablar en positivo y asignar a elementos especiales para estos casos y no adelantarse a los hechos, porque entonces nos está mandando una muy mala señal, de que no van aparecer. El gobierno debe reconocer sus limitaciones materiales y humanas, y de persistir éstas, como nos constó del anterior gobierno, entonces ¿a dónde ha ido tanta inversión que se presume en seguridad? Y si ya han mejorado, pues entonces a ponerse las pilas y a reabrir el caso en forma, no hay de otra señora fiscal.
