Noticias de Yucatán.
"Parece que no hubiera cuarentena", dice Rodolfo Arciniega, un comerciante del Centro de Ciudad Juárez, quien ante la necesidad económica decidió instalar en una banqueta sus productos medicinales y artesanías, debido a que no se le ha permitido reabrir su local dentro del Mercado Cuauhtémoc, icónico inmueble del primer cuadro que permanece cerrado.
Aunque se observan diversos negocios con las puertas cerradas, los peatones y ciclistas que recorren calles como la 16 de Septiembre y Juárez lo mismo se detienen a comprar nieve en algún puesto ambulante que a bolearse los zapatos o comprar un cubrebocas con la imagen de su equipo de futbol preferido.
Familias enteras, adultos mayores, ciclistas, inyectan el colorido a un Centro Histórico que se resiste a ser abandonado, pese a los riesgos.
"La gente no hace caso, la gente sale y compra", platica Arciniega mientras atiende a una mujer que le pregunta por unas pastillas para la diabetes.
"Lo que viene siendo jueves, viernes, sábado y domingo son los días en que más gente hay aquí en el Centro, y esos días olvídate, es mucha gente, mucha sin tapabocas, niños y personas de la tercera edad sin tapabocas", refiere el comerciante.
Otro de los puntos de afluencia en la ciudad es el Puente Internacional Paso del Norte, que conecta por la Avenida Juárez el Centro de esta ciudad y el de El Paso, Texas.
El Alcalde Armando Cabada reconoce que la movilidad en Ciudad Juárez subió a un 80 por ciento desde el 1 de junio, ante el reinicio de las actividades económicas.
"Subimos a un 80 por ciento más o menos la movilidad en la ciudad", explica Cabada, quien recuerda que en algún momento se logró reducirla hasta un 30 o 35 por ciento.
"No debemos confiarnos", advierte. "La pandemia está aquí, el contagio está presente, y yo invito a todos los juarenses a que sigamos usando cubrebocas".
"Debo ser preciso, no Juárez, México está en la parte más alta del contagio", indica.
Respecto a la industria maquiladora, el Edil informa que regresó aproximadamente el 90 por ciento en Ciudad Juárez.
"Porque la gran mayoría tiene que ver con el ramo automotriz, pero regresan con un porcentaje menor, no van a abrir al 100 por ciento sus plantas", dice.
"A lo máximo que pueden llegar es a un 30 por ciento de acuerdo con el semáforo".
Esas cifras sumarían unos 100 mil trabajadores si se toma en cuenta que la industria manufacturera da trabajo a más de 320 mil personas.
Ante la alta movilidad que se registra en el estado de Chihuahua y particularmente en Ciudad Juárez y en la capital, autoridades de salud llaman a quedarse en casa.
La subdirectora de Medicina Preventiva y Promoción de la Salud, Leticia Ruiz, exhorta a la población que no tiene la necesidad de salir en esta etapa de reactivación laboral paulatina, a actuar con prudencia y quedarse en casa para reducir la posibilidad de contagios.
Al alza casos en Chiapas
El Estado de Chiapas registró esta semana un incremento en los casos de contagio, y también de gente moviéndose por las calles con relajadas medidas sanitarias.
Los casos de Covid-19 en la entidad se duplicaron diariamente del 25 al 31 de mayo, al pasar de 63 a 144 casos confirmados.
Aun así, en esta primera fase de "nueva normalidad", en Tuxtla Gutiérrez y Tapachula se han visto aglomeraciones en bancos, mercados, tiendas de auto servicio y hasta bares que fueron sorprendidos operando de manera clandestina.
"Estamos iniciando desde el domingo a las cero horas (1 de junio) una situación de una semana más fuerte, de muchos casos y seguramente de muchas defunciones", alerta el Secretario de Salud, José Manuel Cruz Castellanos.
Debido al aumento de la movilidad en estos días, las autoridades de salud pronostican un repunte en las próximas dos semanas.
De acuerdo con el funcionario, el 96 por ciento de los contagios han sido locales, por lo que la población debe reforzar cuidados, pues el riesgo de enfermar es mayor.
"Aquí ya no queda más que recurrir a la responsabilidad individual, ni siquiera colectiva, aquí ya hay que ir haciendo un plan de vida (para la nueva normalidad) para cada uno de nosotros, tenemos que pensar cómo vivir y sobrevivir con el coronavirus", externa.
Según el plan de las autoridades chiapanecas, se podría volver a la nueva normalidad de manera paulatina a partir del próximo lunes 16 de junio.
"No es una (nueva) normalidad, es una nueva forma de hacer y de ver la vida", aclara Cruz Castellanos.
En el centro, zona considerada como de alto contagio, y que permanecía cerrada, los comerciantes comenzaron a limpiar sus locales.
"Llevamos más de 50 días cerrados, ahorita estamos limpiando porque al parecer ya la otra semana nos van a dejar abrir", confía Adrián López, encargado de una tienda de ropa, considerado como negocio no esencial.
El 1 de junio, día de quincena y fecha en que se estableció a nivel nacional el inicio de la nueva normalidad, una larga fila de más de 100 personas sin medidas de distancia ni uso de cubrebocas se generó en el exterior de una sucursal bancaria de Tapachula.
"La gente no quiere entender, por más que se les dice que tomen su distancia y que usen cubrebocas no lo hacen", lamenta un policía mientras resguarda una de las calles cerradas del centro.
En el resto de la ciudad, la mayoría de los negocios esenciales laboran con medidas de distanciamiento e higiene. En los accesos se aprecian cartulinas con anuncios exigiendo el uso obligatorio de cubrebocas y aplicación de gel antibacterial.
Reabren comercios en Chilpancingo
En pleno pico de contagios por Covid-19, los comerciantes del primer cuadro de esta Chilpancingo, Guerrero, y de la nave 1 del mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla lograron que el Alcalde perredista de este municipio, Antonio Gaspar Beltrán, les autorizara abrir.
En el primer día de la "nueva normalidad", decenas de comerciantes de Chilpancingo se volcaron en las calles para exigir a las autoridades la reapertura de sus establecimientos que mantuvieron cerrados mes y medio.
El permiso se otorgó bajo el compromiso de que en sus negocios sólo entrará una persona con cubrebocas y se untará gel antibacterial en las manos.
Así que, desde ese día, están abiertos establecimientos no esenciales de venta de ropa, zapatos, aparatos de telefonía celular, flores, piratería y hasta chácharas, lo que ha atraído a decenas de compradores.
"Debo un mes de renta y no tengo dinero para darle de comer a mis hijos", cuenta el comerciante Eliseo Romero Ávila, quien tiene una tienda de regalos.
Una mujer que posee una zapatería asegura que su familia no puede alargar más días su estancia en casa porque podrían quedar en la bancarrota.
"El Gobernador, el Presidente de la República o el Alcalde de Chilpancingo sí pueden quedarse en su casa porque ellos tienen dinero para comer, nosotros no", suelta la señora.
Si hasta antes de este primero de junio en que concluyó la sana distancia, las aglomeraciones en los mercados de Chilpancingo eran notorias, sobre todo cada fin de semana, ahora la gente va como si nada pasara.
"No uso el cubrebocas porque me da mucho calor y siento que me pica la barba" señala un señor. "Si me va agarrar esa enfermedad (Covid-19), pues ya sería ese mi destino".
Pero la realidad de la ciudad es otra. Según cifras de la Secretaría de Salud, en Chilpancingo hay más de 200 casos de Covid-19 y las clínicas están a punto de la saturación.
El Hospital General Raymundo Abarca Alarcón está al 70 por ciento de su capacidad de atención y la clínica del IMSS a un 65 por ciento.
"La gente debe de entender que no hay vacuna y que debe cuidarse para no enfermarse; los hospitales están saturados", alerta la directora general de Investigación y Posgrado de la Universidad Autónoma de Guerrero (UaGro), Berenice Illades Aguilar, quien cuenta con un laboratorio que fue autorizado por el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos para que realice pruebas de detección de Covid-19.
"El laboratorio está saturado de gente que se viene a realizar la prueba y la verdad esto es muy difícil", señala.
En Acapulco, donde hay más de mil 304 casos de Covid-19, las fuerzas de seguridad han realizado operativos para dispersar a cientos de personas que están saliendo a fiestas de bodas, 15 años, o en bares.
Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio (Fedecanaco), culpa a la ciudadanía de este puerto de que los casos de coronavirus no vayan a la baja, sino a la alza.
El empresario acapulqueño, que ya se infectó de coronavirus, señala que la población no entiende.
"La gente anda sin ninguna protección en las calles, en los mercados y hasta hace fiestas", critica.
"Las pérdidas económicas son incalculables en el sector turístico y no vemos claro si el 15 de junio haya reapertura de negocios", dice Sidney.
A partir del 1 de junio, ya se autorizó la reapertura de algunos negocios y los empresarios esperan que en dos semanas más se abran las actividades náuticas en Acapulco.
Sin embargo, el Secretario de Fomento y Desarrollo Económico del Gobierno estatal, Álvaro Burgos, ve imposible que el 15 de junio haya una reapertura económica total porque Guerrero sigue en semáforo rojo.
"Hay mucha movilidad de la gente en las calles y, si sigue así, no vamos a pasar el semáforo naranja", dice.
A partir de este primero de junio, la minería y la industria de la construcción reiniciaron su apertura, pero de las cinco empresas mineras en la entidad, sólo cuatro (en Arcelia, Tetipac, Cocula y Teloloapan) reiniciaron sus operaciones de extracción. Las otras esperan los resultados de sus pruebas médicas.
Según Burgos, las cinco empresas mineras que operan en Guerrero tuvieron pérdidas por 800 millones de pesos por la suspensión de sus actividades.