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Cada uno de estos tipos presenta variaciones en la
severidad de la enfermedad que produce el coronavirus y en la
necesidad de aplicar asistencia respiratoria durante la hospitalización, según
los científicos.
"Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para
el cuidado y monitoreo de las personas que son más vulnerables a la forma más
severa de covid-19", dijo la autora del estudio, la doctora Claire Steves,
del King's College London.
El equipo que lideró Steves se basó en los datos recopilados
de la COVID Sympston Study App, una aplicación que permite a los usuarios tanto
descargar como ingresar información referente al coronavirus.
Aunque una tos persistente, fiebre y pérdida de olfato
(anosmia) generalmente se señalan como los tres principales síntomas de
covid-19, los datos recopilados de los usuarios de la aplicación indican que
las personas pueden experimentar una amplia gama de síntomas diferentes, incluyendo
jaquecas, dolor muscular, fatiga, diarrea, confusión, pérdida de apetito,
dificultad respiratoria, entre otros.
La progresión de la enfermedad, así como sus consecuencias,
también varía significativamente entre las personas, que pueden manifestar
desde un leve síntoma gripal o salpullido sencillo hasta afecciones severas e
inclusive muerte.
Para conocer si síntomas en particular tienden a
manifestarse juntos y cómo se relaciona esto con la progresión de la
enfermedad, el equipo utilizó un algoritmo de aprendizaje automático para
analizar los datos de un subgrupo de unos 1.600 usuarios en Reino Unido y
Estados Unidos confirmados con covid-19 que regularmente ingresaron sus
síntomas en la aplicación entre marzo y abril.
También se basaron en una segunda base de datos
independiente de 1.000 usuarios en Reino Unido, EE.UU. y Suecia que ingresaron
sus síntomas en mayo.
El análisis reveló seis cúmulos o agrupaciones de síntomas
que surgen en momentos particulares durante la progresión de la enfermedad que
representan seis "tipos" diferentes de covid-19
Los 6 cúmulos de síntomas
"Gripal" sin fiebre: jaqueca, pérdida de olfato,
dolor muscular, tos, dolor de garganta, dolor de pecho, sin fiebre.
"Gripal" con fiebre: jaqueca, pérdida de olfato,
tos, dolor de garganta, ronquera, fiebre, pérdida de apetito.
Gastrointestinal: jaqueca, pérdida de olfato, pérdida de
apetito, diarrea, dolor de garganta, dolor de pecho, sin tos.
Nivel severo uno, fatiga: jaqueca, pérdida de olfato, tos,
fiebre, ronquera, dolor de pecho, fatiga.
Nivel severo dos, confusión: jaqueca, pérdida de olfato,
pérdida de apetito, tos, fiebre, ronquera, dolor de garganta, dolor de pecho,
fatiga, confusión, dolor muscular.
Nivel severo tres, abdominal y respiratorio: jaqueca,
pérdida de olfato, pérdida de apetito, tos, fiebre, ronquera, dolor de
garganta, dolor de pecho, fatiga, confusión, dolor muscular, dificultad
respiratoria, diarrea, dolor abdominal.
Todas las personas que reportaron síntomas sufrieron de
jaquecas y pérdida de olfato, con varias combinaciones de síntomas adicionales
en diferentes momentos.
Algunos de estos, como confusión, dolor abdominal y
dificultad respiratoria todavía no se conocen como síntomas de covid-19. Sin
embargo son distintivos de las formas más severas de la enfermedad.
Después, los científicos investigaron si las personas que
experimentan un cúmulo específico de síntomas eran más propensas a necesitar
asistencia respiratoria por medio de un respirador u oxígeno adicional.
Descubrieron que un muy bajo porcentaje de las personas
con los cúmulos 1, 2 y 3 necesitaron asistencia respiratoria; entre 1,5% y
3,3%.
Pero el porcentaje de aquellas que manifestaron síntomas de
los cúmulos 3, 4 y 5 fue de 8,6%, 9,9% y 19,8%, respectivamente.
Además, casi la mitad de los pacientes en el cúmulo 6
terminaron en el hospital, comparado a sólo 16% del cúmulo 1.
En términos generales, los pacientes que manifestaron
síntomas de los últimos tres cúmulos tendieron a ser mayores y más débiles, con
más probabilidad de ser obesos y tener condiciones preexistentes como diabetes
o enfermedad pulmonar que los pacientes de tipo 1, 2 o 3.
Recopilando la información de síntomas sólo cinco días
después del inicio de la enfermedad y combinándola con la edad, sexo, masa
corporal y condiciones preexistentes de los pacientes el equipo de King's
College desarrolló un modelo con el que podían pronosticar el cúmulo en el que
coincidirían los pacientes y sus riesgos de hospitalización y asistencia
respiratoria.
Dado que la mayoría de las personas que requieren asistencia
respiratoria se interna en el hospital unos 13 días después de manifestar los
primeros síntomas, esos ocho días de anticipación representan una "alerta
temprana" significativa sobre quiénes necesitarían cuidados más intensivos.
"Si puedes pronosticar quiénes serían esas personas al
quinto día, tendrías tiempo de ofrecerles asistencia e intervención temprana
como el monitoreo de niveles de oxígeno y azúcar en la sangre, además de
asegurar que estén bien hidratadas", explicó la doctora Steves.
"Esos son cuidados que pueden darse en casa, evitando
la hospitalización y salvando vidas", concluyó.
Fuente: BBC News