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En el género del terror existe una película que se destaca como una fuerza imparable del miedo, que ha perdurado en la memoria colectiva y ha establecido un estándar casi inalcanzable en el cine de terror: El Exorcista - 87%. Desde su estreno en 1973, la cinta dirigida por William Friedkin, basada en la novela de William Peter Blatty dejó su legado imborrable en la historia del cine, convirtiéndose en un ícono cultural que sigue aterrorizando y fascinando a las audiencias en todo el mundo.
¿De qué trata El Exorcista?
La historia sobre el bien y el mal, presenta la lucha entre la fe y la oscuridad, encarnada en la figura de una niña poseída por un demonio. El terror que esta película evoca no proviene solo de sus efectos especiales y escenas gráficas, sino también de su habilidad para explorar temas profundamente perturbadores como la pérdida de la inocencia y la lucha desesperada de los personajes contra fuerzas sobrenaturales incomprensibles.
Una de las razones fundamentales detrás del éxito atemporal de El Exorcista - 87% radica en su habilidad para generar un sentido de inquietud que perdura incluso mucho después de que la ves. Las imágenes perturbadoras, como la icónica escena de la cabeza giratoria y las blasfemias que emanan de la boca de la joven poseída, han quedado grabadas en la memoria de los espectadores. Es uno de los momentos emblemáticos del cine de terror.
En su estreno la cinta fue recibida inicialmente con reacciones diversas de la crítica; algunos la consideraron demasiado intensa y perturbadora, mientras que otros la aclamaron como una obra maestra del terror. Con el tiempo se ha ganado merecido lugar. La película se mantuvo en los cines durante meses, atrayendo a multitudes ansiosas por experimentar el miedo visceral que ofrecía.
El reto de El Exorcista: Creyentes
El Exorcista: Creyentes, película dirigida y coescrita por David Gordon Greenn, es una secuela directa del icónico clásico de terror de 1973. Está basada en la novela del mismo nombre de William Peter Blatty. La historia sigue a un joven padre (Leslie Odom Jr.) que busca el consejo de Chris MacNeil (Ellen Burstyn) cuando su hija (Lidya Jewett) y su amiga (Olivia Marcum) comienzan a mostrar signos de posesión demoníaca.
Entertainment Weekly recientemente se sentó para una entrevista con el cofundador de Blumhouse, Jason Blum, antes de la fecha de lanzamiento oficial de El Exorcista: Creyentes y en la plática aseguró que quienes ya habían podido ver la nueva cinta “salen perturbados, así que prepárense”. El desafío que el filme de Gordon Green enfrenta es el hecho de que la cinta original es considerada una de las películas más aterradoras de todos los tiempos. La película ya ha tenido dos secuelas, dos precuelas y una serie de televisión derivada que no han logrado ganarse la misma reputación. ¿Podrá el El Exorcista: Creyentes superar o igualar el terror y tragedia de El Exorcista?
¿Qué dice la crítica?
Las opiniones sobre la nueva cinta que ya han comenzado ha surgir son muy poco alentadores. El Exorcista: Creyentes - 20% debuta con menos del 50% de aprobación de la crítica. Hay críticos que dicen que podría considerarse aburrida. A continuación las opinones más destacadas sobre esta cinta que estrena este fin de semana en cines de México.
Los clichés de la posesión demoníaca se acumulan con la obediente nostalgia, pero han perdido su valor de impacto. (...) Una nueva película de El Exorcista no debería ser una imitación servil de El Exorcista original, pero debería evocar un cierto peligro; de eso se trataba El Exorcista. El Exorcista: Creyentes, en su forma superficialmente competente y elegantemente montada, parece tan peligroso como un crucifijo sumergido en una botella de agua embotellada.
Por sus propios méritos, El Exorcista: Creyentes es un duelo a fuego lento con el diablo animado a través de un segundo acto confuso por un elenco entusiasta y una meditación oportuna sobre la importancia de la comunidad durante la crisis. Pero Creyentes también es palpablemente reacio a desviarse de la fórmula de su legendario precursor. A pesar de estar predestinada, su secuencia de exorcismo apenas logra proporcionar una conclusión satisfactoria a la historia, el elemento de posesión sincronizada subdesarrollado crea más problemas de los que resuelve y agrega hinchazón a una película que se habría beneficiado de un enfoque más sencillo y mesurado.
Incluso con un elenco talentoso y una historia potencial que podría valerse por sí sola si se centrara en él, El Exorcista: Creyentes nunca tiene la confianza para dejar que sus aspectos más fuertes ocupen un lugar central. (...) En cambio, prioriza la creación de lo que podría ser otra secuela futura en detrimento de que la película se vea en el presente. A pesar de todos los hilos prometedores que rodea a una variedad de tradiciones religiosas, El Exorcista: Creyentes no se gana tu creencia ni tu miedo. Mientras que el clásico de Friedkin perdurará para siempre, esta secuela superficial permanece estancada en el pasado.
Una vez que comienza el exorcismo, Creyentes se desmorona fatalmente, sobre todo debido a la tontería de ver a aficionados intentar realizar el trabajo. (...) la ejecución es cruda en comparación con los gélidos escalofríos de duda y temor teológicos de Friedkin. Y se necesitaría más que el último y mal merecido ataque de Creyentes para que el afecto de los fanáticos redima su letanía suelta de guiños regurgitativos a un original imponente.
En general, Green y sus coguionistas hacen un trabajo inteligente al evocar la sensación otoñal y los personajes creíbles de la película original, al mismo tiempo que establecen un nuevo escenario y nuevos temas que son intrigantes por derecho propio. (...) todo sale mal de manera tan drástica y tan repentina que solo hay dos explicaciones factibles: o los ejecutivos del estudio ordenaron a Green que produjera una película de franquicia moderna estándar, o bien él mismo estaba poseído por un demonio.
Creyentes no es la peor película de El Exorcista de ninguna manera, pero ciertamente es la menos intrigante. Es un thriller rutinario y entrecortado que se olvida de asustarnos. Algunas imágenes son vagamente espeluznantes, pero nada de esta película se recordará con claridad una vez que termine el año. Green tiene un conocimiento tan vago del material que parece entrar en pánico y recurrir a sobresaltos y niños demonios rugientes.
El Exorcista: Creyentes se encuentra en una posición desafiante. Intenta honrar sus raíces y forjar un nuevo camino, lo que resulta en una experiencia a veces inconexa. Sin embargo, no todo son sombras. Si bien no captura el puro horror y pavor de su predecesora, se mantiene como una entrada decente en la franquicia de larga data. Para aquellos que pueden pasar por alto sus inconsistencias y deleitarse con los momentos cursis ocasionales, podrán disfrutarla.
Hay muchas luces parpadeantes y palabras vacías, pero no hay momentos realmente inquietantes para recordar en la quietud de la noche. Con toda su tontería, incluso El Exorcista del Papa es una película más agradable en la tradición de imitación de El Exorcista. Dentro de unos años todavía recordaremos la cabeza dando vueltas, los vómitos espantosos y la cama temblorosa de El Exorcista, así como la toma icónica fuera de la casa impresa en la mente de todo cinéfilo. El Exorcista: Creyentes, sin embargo, se olvida con demasiada facilidad.