Noticias de Yucatán.
La titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, ha despedido en las últimas semanas a decenas de especialistas forenses y funcionarios encargados de localizar a personas migrantes y a víctimas de desaparición forzada durante la “guerra sucia”, mientras que ha colocado en puestos de dirección general a profesionales sin experiencia en las tareas de búsqueda e identificación humana, alertaron trabajadores del organismo.
Un funcionario de la CNB, que pidió no revelar su identidad, a quien el pasado 2 de enero le informaron que no renovarían su contrato, dijo que más de 50 empleados fueron cesados de su cargo o se les solicitó la renuncia con fecha del 31 de este mes. Otro trabajador calculó que los despidos podrían afectar a 160 personas. Antes del recorte autorizado por Reyes Sahagún, el organismo contaba con alrededor de 250 funcionarios.
A dónde van los desaparecidos contactó por separado a cuatro fuentes de la comisión, que aceptaron hablar bajo condición de anonimato por temor a represalias.
“Están corriendo a la gente con el perfil y con evidencia de haber construido procesos estos años para localizar personas”, aseguró uno de los funcionarios entrevistados.
Desde su nombramiento, el pasado 23 de octubre, Reyes Sahagún ha colocado en los puestos más altos de la CNB a antiguos colaboradores suyos o de la secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde, aunque no cuentan con experiencia en la búsqueda de personas o la identificación de cadáveres. Este es también el caso de la propia comisionada, quien cuando fue designada dirigía el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), y antes fue titular de la Unidad de Coordinación de Delegaciones en la Secretaría de Bienestar (SB) y trabajó en Morena, el partido gobernante.
Al frente del Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH), un órgano de la CNB que tiene la tarea de restituir la identidad de los cuerpos ingresados a los Servicios Médicos Forenses en calidad de desconocidos –más de 52,000 hasta agosto de 2020–, Reyes Sahagún nombró el 1 de noviembre a José Muñoz Gómez, un contador público que desde 2019 ha trabajado en el gobierno de la 4T.
“Nunca se presentó [el nuevo titular] con ningún equipo de trabajo, solo llegó a dar órdenes que siempre eran equivocadas”, afirmó una de las fuentes, que laboraba en el CNIH. Por ejemplo, les pedía a analistas solicitar directamente datos a las fiscalías estatales, cuando para hacerlo se requiere la firma de un convenio y no es una facultad que por su cargo puedan ejercer.
El Centro Nacional de Identificación Humana, en Morelos, ha sufrido uno de los mayores recortes de personal. En la imagen, una toma de muestras genéticas a familiares de personas desaparecidas. (X: @CNIH_MX)
Durante más de una década, Muñoz Gómez fue coordinador de auditoría en el Instituto Nacional Electoral; en este sexenio trabajó en la Secretaría de la Función Pública y como director de área en la SB, hasta que en 2021 llegó a la Unidad de Administración y Finanzas del INEA, cuando era titular Reyes Sahagún.
De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, el actual director del CNIH habría validado tres transferencias por un total de 22 millones de pesos, realizadas en mayo de 2023 desde el INEA. El dinero, destinado al Gobierno de Chiapas, fue desviado a la cuenta de un proveedor del Estado de México días antes de la elección por la gubernatura.
En octubre, la comisionada encomendó la Dirección General de Acciones de Búsqueda y Procesamiento de Información a Carlos Alberto Reyes Campos, licenciado en Biología con una maestría en Políticas Públicas. Desde 2019 se encargó de coordinar y gestionar las actividades del programa Jóvenes Construyendo el Futuro en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), encabezada por Alcalde hasta junio de 2023.
También de la STPS procede Consuelo Velasco Segura, quien estuvo a cargo del monitoreo y control de la plataforma del programa Jóvenes Construyendo el Futuro desde 2020. Con una formación de licenciada en Diseño y Comunicación Visual, desde octubre del año pasado asumió la dirección general del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
Finalmente, al frente de la Dirección General de Vinculación y Políticas Públicas está desde el 1 de noviembre la comunicóloga Xasní Pliego Granillo, quien trabajó en Morena y como enlace de transparencia y quejas relacionadas con derechos humanos en la coordinación de la SB que dirigía Reyes Sahagún. En abril de 2021 llegó al INEA para coordinar la operación de los programas de educación.
“Los están poniendo en puestos a los que definitivamente no vienen a aportar. Llegan justamente a reforzar esta preocupación de que la idea es desmantelar [a la CNB]”, consideró Grace Fernández Morán, del colectivo Buscando Desaparecidos México (Buscame) y hermana de Dan Jeremeel, desaparecido en 2008 en Torreón, Coahuila.
Cambios en la estructura
La Secretaría de Gobernación (Segob), de la que depende la CNB, negó el día 3 de enero en un comunicado que exista un “proceso de desmantelamiento” en la comisión y argumentó que anualmente se hace una revisión de los perfiles de las plazas que se liberan tras concluir el periodo de vigencia de los contratos eventuales. Paradójicamente, son los propios directores generales nombrados por Reyes Sahagún quienes carecen de experiencia para el cargo que se les encomendó.
Durante el periodo de Karla Quintana como titular de la CNB, de febrero de 2019 a agosto de 2023, el personal se incrementó de 43 a 89 personas en 2020. En los años siguientes el aumento fue menor, hasta que en 2022, con la creación del CNIH, se contrató a una plantilla de especialistas forenses. Según las fuentes consultadas, es la primera vez que tiene lugar un recorte de decenas de personas.
El adelgazamiento se ha extendido a la estructura operativa de la CNB, según las fuentes. Dos entrevistados fueron advertidos de que las áreas de personas migrantes, análisis de contexto y mecanismos internacionales se unificarán en una sola. “Es humanamente imposible dar seguimiento a los tres temas con la mitad de las personas”, dijo uno de los funcionarios a quien se le solicitó la renuncia.
Además, les han dicho que se priorizará el área encargada de la búsqueda en campo, en la que se planea contratar hasta 160 personas –actualmente cuenta con entre 15 y 20 integrantes, de acuerdo con una de las fuentes–, que serán enviadas casi en su totalidad a las entidades federativas.
Las familias han empezado a mostrar su preocupación por los cambios en la CNB.
“Lo que le hemos dicho a la comisionada es ‘¿por qué hacer cambios a algo que usted no conoce, que usted no sabe si funciona o no, y qué sería lo mejor para que diera el resultado que se espera? Esto lo tendría que estar construyendo de la mano de las víctimas’”, señaló Fernández Morán.
La comisionada nacional se reunió con familiares de personas desaparecidas afuera de Palacio Nacional el 18 de diciembre, días después de darse a conocer los resultados de la Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada de Personas Desaparecidas. (Facebook CNB)
Renunciar o ser ‘degradado’
La reducción del personal en la CNB se da en medio de las críticas por los resultados de la Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada de Personas Desaparecidas. Anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como un “nuevo censo” para “tener plena certeza de cuántos desaparecidos hay realmente”, ha causado desconfianza entre colectivos de familias buscadoras, organizaciones civiles y especialistas por el temor de que su objetivo sea “desaparecer a los desaparecidos”.
Tras seis meses sin ofrecer una explicación sobre la metodología seguida para las visitas “casa por casa” y las llamadas a familiares de personas desaparecidas para preguntarles si su ser querido había vuelto, el pasado 14 de diciembre la Segob presentó los resultados de la Estrategia Nacional. Alcalde aseguró que, de 110,964 personas registradas como desaparecidas hasta el pasado 22 de agosto, se habían localizado 16,681, mientras que tenían ubicadas a 17,843, sin prueba de vida. De 26,090 los datos eran insuficientes para identificar a la persona y de 36,022 no se obtuvo ningún indicio. Finalmente, dijo que confirmaron la desaparición de 12,377 personas.
A inicios de diciembre, los trabajadores de la CNB recibieron la orden de tomar vacaciones de manera obligatoria. Ya se sospechaba que podría haber un recorte en puerta.
El 31 de diciembre, los directores generales empezaron a hablar con el personal. A algunos los citaron los días 2 y 3 de enero de manera individual o en grupo para avisarles que su contrato no sería renovado.
Una de las fuentes consultadas dice que Reyes Campos, el director general de Acciones de Búsqueda y Procesamiento de Información, les daba la opción de renunciar o ser “degradados” –a un puesto de menor rango y salario– integrándose al área de búsqueda en campo, la nueva apuesta de la CNB.
“Están recortando más o menos el 50 u 80 por ciento de las personas, menos del área de campo, que ahora lo que están haciendo es ir a las casas, [por] lo del censo”, dijo una de las funcionarias entrevistadas.
El CNIH es uno de los organismos que ha sufrido un mayor recorte: de un equipo de alrededor de 60 personas, solo quedan 22, afirmó uno de los entrevistados.
Este martes 9 de enero ocurrieron nuevos despidos: a una docena de funcionarios de la comisión se les avisó que no les renovarían el contrato.
Aunque en su comunicado la Segob aseguró que las contrataciones que estaban siendo revisadas eran de tipo eventual, con una vigencia no mayor a seis meses y sujetas a la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, este medio pudo confirmar que en días pasados se les pidió la renuncia a dos funcionarios “de estructura”, que tenían contratos por tiempo indefinido, debían incorporarse al Servicio Profesional de Carrera y sus puestos estaban claramente señalados en la estructura orgánica de la CNB.
Uno es el sociólogo Javier Yankelevich, quien a fin de mes dejará la dirección de Operaciones de Búsqueda. Desde finales de 2019, el funcionario ha sido el principal impulsor del cruce masivo de datos para obtener indicios de localización que ayuden a dar con el paradero de las personas desaparecidas.
A diferencia de la Estrategia Nacional, el equipo de Yankelevich no busca a las personas sobre las que obtiene indicios en las casas de sus familiares, sino en panteones, centros de asistencia social, prisiones, psiquiátricos y orfanatos, entre otros lugares.
“Estas instituciones [la CNB] nacieron desde el ideal, la esperanza, la lucha de las víctimas, con mucho tiempo, con mucho amor, pero también con mucha rabia que nos tuvimos que tragar para construirlas, como para que vengan [ahora] de un plumazo a deshacer los resultados de la lucha de tantos años y de tanta gente”, lamentó Fernández Morán.
Con información de Aranzanzú Ayala.